Euskadi pide al Gobierno margen legal para ampliar el toque de queda a las 18 o las 20 horas

El Gobierno Vasco se resiste a hablar de tercera ola de contagios pero el incremento de positivos de esta semana por efecto de las celebraciones navideñas le ha llevado a recuperar de nuevo su petición al Ejecutivo central para que ofrezca cobertura legal para apretar más las restricciones recién aprobadas. La idea es limitar al máximo las posibilidades para que la ciudadanía se mueva e interactúe socialmente, sin llegar al extremo del confinamiento domiciliario. Y para ello, propone endurecer aún más el toque de queda, ahora fijado a las 22.00 horas -el máximo permitido por el actual estado de alarma-, y ampliarlo hasta las 18 o las 20 horas de la tarde.

El planteamiento va en la línea de la intención expresada también por varias comunidades autónomas para disponer de más herramientas con las que frenar los contagios, pero desde el Ministerio de Sanidad se resisten a modificar el estado de alarma y a abrir la puerta a «recortar más derechos fundamentales». De hecho, ayer avisó a Castilla y León de que no puede obligar a su población a permanecer en casa desde las ocho de la tarde, tal y como interpretó el Ejecutivo de esa comunidad.

La presión sobre Sanidad para que permita a las comunidades más afectadas por el Covid endurecer las limitaciones amparadas por la última prórroga del estado de alarma del 4 de noviembre va en aumento, conforme la curva de positivos asciende en toda España y, con ella, la presión hospitalaria. Y Euskadi, otra vez en zona naranja con una incidencia elevada por encima de 300 casos por cada 100.000 habitantes, no quiere ver cómo se agrava su situación sin aplicar, ahora, tras la flexibilización navideña, las medidas más estrictas posibles.

El confinamiento perimetral por territorios, el cierre de municipios en zona roja, la clausura de su hostelería, el cierre de bares y restaurantes a las ocho de la tarde o el toque de queda a las 22 horas no parecen ser suficientes para lograr que Euskadi baje su tasa de contagios hasta los 60 casos. Y ayer, el propio lehendakari verbalizó su propuesta para que el Consejo Interterritorial de Salud plantee de común acuerdo «medidas básicas de limitación horaria de actividad y movilidad, definiendo en último extremo las actividades y servicios esenciales». «Todo ello -incidió el lehendakari- porque hay medidas alternativas al confinamiento total» que ya han planteado algunas comunidades por un espacio de tiempo «corto». Y que deben sumarse a un «esfuerzo corresponsable» mayor de la sociedad vasca.

La decisión de Francia de restringir desde hoy la movilidad de sus habitantes y adelantar a las 18.00 horas el toque de queda ha gustado al Ejecutivo vasco, cuyo portavoz, Bingen Zupiria, se fijó en ese horario galo para plantear que en Euskadi se pueda aplicar lo mismo. Su propuesta completa y concreta más el mensaje del lehendakari, ya que apunta a que, si el Gobierno de Sánchez accediera, el comité asesor del LABI podría poner sobre la mesa de una de sus próximas reuniones la posibilidad de «establecer» el toque de queda «en las ocho o las seis» de la tarde. Mientras se dirime en el foro interterritorial si se flexibiliza el margen legal para esa opción, lo que sigue en vigor en Euskadi son medidas «muy duras», que desde ayer mantienen a 55.000 vecinos de Gipuzkoa confinados en sus ocho municipios por encontrarse en zona roja del semáforo Covid.

Las limitaciones aprobadas por Urkullu en el último LABI del día 11 de enero se mantienen sin fecha tope. Pero como en el resto de comunidades, siguen en revisión a la espera de lo que cada día marcan los datos epidemiológicos. Y si en Euskadi son malos, en otras regiones son aún más preocupantes. Por eso, la mayoría de regiones ha agotado en los últimos diez días prácticamente todo el arsenal de restricciones que les permite el estado de alarma aprobado el 25 de octubre para frenar esta oleada.

La variedad de restricciones aplicadas por las administraciones ha sido de lo más dispar, incluso en comunidades adyacentes. Desde prohibir fumar en las terrazas de los bares -aunque la Justicia navarra ha tumbado esta medida-, a cerrar los centros comerciales los fines de semana, pasando por perimetraciones municipales, cambios en las horas de los toques de queda (solo posible entre 22 y 00.00 horas), clausuras o más limitaciones a la hostelería, nuevas restricciones a las reuniones, cierre de espacios deportivos, acotar horarios para los comercios no esenciales…

Pocas son las opciones que ya quedan. Pero en Sanidad lo tienen claro: «Es pronto para ver el efecto de estas medidas». «Hay que esperar al menos dos semanas». «Esta situación ya se vivió a principios de noviembre y al final, cuando se esperó a que las medidas surtieran efecto, logramos doblegar la curva sin necesidad del confinamiento domiciliario», insistieron ayer.