Discotecas sin pista de baile y columpios con un niño por cada 4 m2
La orden vasca elimina franjas horarias y cupo máximo en reuniones y sigue pidiendo que se priorice el pago con tarjeta frente al metálico
Ya conocemos cómo será el verano vasco de 2020 a consecuencia del coronavirus. Las limitaciones ya las ha impuesto la orden del Ejecutivo de Urkullu. En las discotecas no se podrá mover el esqueleto y la pista de baile deberá tener mesas y sillas para que se sienten los clientes. Un duro golpe para los establecimientos de ocio nocturno que además deberán llevar a cabo su actividad con un 60% de su aforo.
Donde no habrá limitaciones de aforo será en los bares, restaurantes y sociedades, al igual que sucedía ya en la fase 3. Todo se regirá por la distancia de seguridad entre personas o grupos de personas que queda fijada en los 1,5 metros. Además, la orden establece que todos los «establecimientos, instalaciones y locales deberán exponer al público el aforo máximo permitido», de forma que los consumidores puedan saber cuándo pueden acceder o no al mismo y también las autoridades podrán comprobar con mayor rapidez si se están respetando los límites fijados.
Mientras sociedades, bares, restaurantes pueden abrir sin límite de aforo, el ocio nocturno solo podrá al 60%
Unos límites que también llegan a los parques infantiles. A partir de hoy pueden desprecintarse todos, también las zonas deportivas o de 'skate', «siempre que en los mismos se respete un aforo máximo estimado de 1 persona por cada 4 metros cuadrados de espacio computable de superficie del recinto». Por tanto, puede que se vayan a formar colas para subir o bajar al tobogán o para subirse a los columpios. Además, los ayuntamientos deberán organizar los espacios y encargarse de su limpieza e higiene.
Fiestas, ¿en casa?
Y si está prácticamente prohibido bailar en las discotecas -no sabemos si en los bares si ponen la música alta y hay espacio suficiente se podrán mover las caderas-, no se especifica si en domicilios o locales se podrán organizar fiestas o encuentros. La lógica puede llevarnos a pensar que no es lo más conveniente, pero una vez se han suprimido los cupos máximos de personas que se pueden reunir en casas o donde sea, en principio no hay restricciones a una quedada en propiedades privadas.
Eso sí, a la hora de comprar la bebida o la comida para esas reuniones, la recomendación es «priorizar» el pago con tarjeta u otros métodos «que no supongan contacto físico» y evitar el pago en metálico, también en el transporte público.