La primera noche de las 'no fiestas' de La Blanca'20 se ha saldado con una discoteca desalojada y sus responsables expedientados en Vitoria. Según ha sabido este medio, sobre las 00.30 horas de este miércoles, ertzainas irrumpieron en esta conocida sala de fiestas vitoriana. Dentro se toparon con clientes presuntamente «bailando en la pista de baile» y «la inmensa mayoría de ellos sin mascarillas». Es decir, como antes de la trágica aparición del coronavirus.
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Ante la evidencia de estas infracciones, en esta nueva normalidad esta clase de locales deben obligar a sus usuarios a permanecer alrededor de mesas dispuestas por todo el local, los agentes optaron por intervenir.
Se desalojó a los clientes presentes a esas horas en el interior de la discoteca, levantada en un barrio cercano al centro. Mientras que a los responsables del negocio hostelero les abrieron un expediente administrativo. Si prospera la denuncia, se exponen a una cuantiosa sanción económica por su supuesto incumplimiento de la nueva normativa sanitaria.
Lo que puso en canción a los agentes, según ha conocido este periódico de fuentes policiales, fue una supuesta treta orquestada por el propio local. Siempre según estos medios, «al parecer, en la puerta de acceso se 'recomendaba' a los clientes tapar los visores de sus móviles con una pequeña pegatina, para que no pudieran tomar imágenes ni grabar escenas del interior».
Esta información llegó hasta la comisaría de Portal de Foronda. Anoche, agentes de paisano comprobaron lo que ocurría en el interior. Bailes, ausencia de la distancia de seguridad y mascarillas en los bolsillos. A partir de ahí, se organizó un pequeño dispositivo que finalizó con el desalojo de la lonja y la apertura del expediente administrativo.
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Se trata de la cuarta sala de fiestas multada en la capital del País Vasco desde que se eliminó el estado de alarma. La ristra arrancó la noche del 4 de julio. Efectivos de la Policía Local de Vitoria multaron a los responsables de otra conocida discoteca por idéntico motivo. En aquella ocasión, ni los camareros portaban el tapabocas.
El 26 de julio, también de madrugada, la Guardia urbana de nuevo sacó a la luz una supuesta fiesta ilegal en una nave industrial del polígono industrial de Gamarra. El posterior informe habló de la fiesta de cumpleaños de un empresario de origen sudamericano. Había hasta actuación musical. El dueño del negocio también fue expedientado al «carecer de licencia para este tipo de eventos».
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Para el tercer caso apenas hay que rebobinar. Ocurrió la mañana de este lunes. Dotaciones de la Ertzaintza acudieron a la calle Fernández de Leceta por una «pelea a botellazos». Los uniformados descubrieron que, en realidad, eran usuarios de una cercana sala de fiestas. Al parecer habían salido al exterior a resolver sus diferencias. Eran las 5.30 horas de la mañana, cuatro por encima del actual toque de queda festivo.
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