Ola de críticas al juez Garrido
Epidemiólogos censuran las «ofensivas» palabras de Luis Ángel Garrido por su «falta de respeto y reconocimiento» de la profesión
«El epidemiólogo es un médico de cabecera que ha hecho un cursillo». La reacción a las palabras con las que el juez del TSJPV ... Luis Ángel Garrido menospreció la labor de los especialistas de la evolución y comportamiento de esta pandemia ha sido inmediata y furibunda. Multitud de profesionales que se han sentido «ofendidos y menospreciados» por el magistrado que ha decidido revocar el cierre de bares en municipios en zona roja de Euskadi, en contra del criterio sanitario de técnicos del LABI, contestaron ayer a las polémicas declaraciones, realizadas la víspera de decidir sobre el recurso de los hosteleros, en una tertulia radiofónica.
La onda expansiva de la opinión con la que este juez minusvaloró el trabajo de estos expertos llegó hasta el Ministerio de Sanidad, cuya titular, Carolina Darias, mostró su «apoyo y reconocimiento a todos los profesionales sanitarios, especialmente a la Sociedad Española de Epidemiología, cuyo trabajo está siendo indispensable en la lucha contra la pandemia». También Fernando Simón, epidemiólogo y coordinador del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, defendió que «muchas veces se confunde el objetivo de la medicina, que no es tener enfermos sino que no haya enfermos. Y la parte que más se ocupa de eso es la salud pública». Además defendió que usarán cualquier medida que sea eficaz, «sean de la Edad Media o del futuro», en alusión al otro reproche de Garrido sobre que las restricciones actuales son ideas propias de la Edad Media. «Que te digan: 'Para que el virus se reduzca tiene usted que quedarse en casa, no hablar con nadie, no ir a ningún acto cultural ni hacer nada...' Eso se le ocurría a gente de la Edad Media», dijo.
El anterior 'Simón' vasco, Ignacio Garitano, epidemiólogo que coordinó el plan de vigilancia y control del Departamento de Salud y Osakidetza durante nueve meses, no escondió su enfado hacia quien ha ofendido «de manera gratuita a un colectivo importante de personas» al manifestar «un desconocimiento supremo de la medicina y epidemiología. Nadie le recrimina su desconocimiento, sino su actitud». Garitano recuerda que la epidemiología «no se limita a tratar epidemias», y la formación de un epidemiólogo «dista mucho de hacer un cursillo». Subraya que un médico de cabecera «es un especialista en medicina familiar y comunitaria, igual que un neumólogo y un pediatra».
«Mi apoyo y reconocimiento a estos profesionales cuyo trabajo está siendo indispensable en la lucha contra la pandemia»
Carolina Darias, Ministra de Sanidad
«Las medidas que son eficaces contra la expansión del Covid, sean de la Edad Media o del futuro, se usarán»
Fernando Simón, Coord. Emergencias Sanitarias
«Pido respeto, el cursillito me ha costado muchos años de lucha, trabajo, estudio e, incluso, sufrimiento»
Amós GarcíaSalud Pública y Vacunología
El jefe de Sección de Epidemiología y Prevención de la dirección general de Salud Pública de Canarias, y presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, se confiesa «un poco cabreado» por las palabras del juez Garrido. «Yo no soy jurista, por lo tanto me cuesta opinar sobre lo que puede decir un juez. De lo que no conozco no opino, y entiendo que un juez tampoco conoce del tema sanitario como para opinar desde una perspectiva sanitaria».
El experto aclara que él no es médico de familia, sino especialista en Medicina Preventiva y en Salud Pública, «con más de 35 años de experiencia, con dos máster y especialista también en vacunas», así como autor de muchas publicaciones en revistas científicas tanto nacionales como extranjeras. Por lo tanto, «el cursillito me ha costado muchos años de lucha, trabajo, estudio e, incluso, de sufrimiento», por lo que pide «un poco de respeto por nuestro trabajo. Yo no cuestiono lo que decida un juez, porque no soy un jurista».
También Francisco Guillén, epidemiólogo y director del Servicio de Medicina Preventiva de la Clínica Universidad de Navarra, recuerda que la de medicina preventiva y salud pública «es una especialidad de cuatro años que se estudia vía MIR, al igual que la medicina de familia». Además, se puede acceder al campo de la epidemiología mediante un máster en salud pública que en el País Vasco se puede cursar en la UPV/EHU.
La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) salió igualmente al paso de las palabras de Garrido rechazando unas «desafortunadas y ofensivas afirmaciones», a la vez que exigió una rectificación. Esta organización consideró las palabras «inadmisibles» hacia una profesión que requiere «toda una vida de formación». «Entre quienes se dedican a la epidemiología no solo hay personas con formación de base en medicina, sino también en farmacia, enfermería, estadística, sociología, psicología, nutrición o terapia ocupacional, entre otras», especifica la SEE.
«No soy negacionista», se defiende Garrido ante la polémica
El juez del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco Luis Garrido quiso ayer dar carpetazo a la polémica suscitada con sus palabras al afirmar que él no es un negacionista. «Eso es un poco ya demasiado», dijo a los medios que le esperaban a la puerta del Palacio de Justicia en Bilbao. El magistrado se negó a hacer más declaraciones, pero sí quiso recalcar que si sus palabras han causado tal revuelo es porque se trata de «un asunto importante» y como tal, puede dar lugar «a estos problemas». «Tampoco me quejo de nada», concluyó. «Son gajes del oficio. Lo llevo con la mayor serenidad».
Lo cierto es que sus palabras sobre los epidemiólogos han sido la guinda que ha hecho estallar la polémica decisión de contravenir una de las medidas más relevantes del LABI. No es la primera vez. Esta última resolución es el tercer revés judicial que la misma sala que él preside en el TSJPV da a decisiones del Gobierno Vasco sobre restricciones para contener la pandemia. La primera se produjo el pasado 14 de agosto cuando revocó la prohibición de que el ocio nocturno abriera más allá de la 1.30 horas. El efecto, no obstante, duró apenas unos días, tras la decisión del Ministerio de cerrar 'la noche' en todo el Estado. Y a finales de ese mes, cambió de opinión al considerar entonces que sí había «múltiples focos de contagios» asociados a esos establecimientos.
En octubre, también se posicionó en contra de limitar el número de personas en reuniones.
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