La expansión de los contagios en Gipuzkoa amenaza con frenar la desescalada vasca
La incidencia acumulada en Euskadi llega ya a 168 positivos por 100.000 habitantes, lo que abre la opción de que el LABI mantenga o restrinja más las restricciones en vigor
La ansiada desescalada que Euskadi emprendió a mediados de junio se ve amenazada seriamente por el repunte que la pandemia del Covid-19 ... ha manifestado en la última semana. La avalancha de positivos, protagonizados en su mayoría por jóvenes de 17-19 años, ha disparado la incidencia acumulada en 14 días, que se eleva a 168 casos por 100.000 habitantes con una positividad que el domingo se disparó al 6,9%. Es decir, la comunidad autónoma ha regresado al escenario de 'transmisión tensionada' del virus, y el Gobierno Vasco teme que es «muy probable» que los contagios sigan creciendo en los próximos siete o quince días, advirtió ayer su portavoz, Bingen Zupiria. Ante este panorama, el Consejo Asesor del LABI se reunirá mañana más preocupado en cómo poder volver a echar el lazo al coronavirus que en relajar las medidas sanitarias en vigor. Todo apunta a que la desescalada recogida en el Plan Bizi Berri III se ralentice a las puertas de ser presentada la cuarta versión de la hoja de ruta del Ejecutivo vasco.
Apenas dos semanas ha permanecido el País Vasco con una tasa de incidencia por debajo de los 150 casos, lo que significa el segundo de los cinco niveles en los que el Gobierno Vasco gradúa la pandemia. El 18 de junio, cuando el LABI aflojó las restricciones, este índice era de 125. El órgano que decide las limitaciones a adoptar optó, entre otras, por retrasar el cierre de actividad a las 2.00 de la madrugada, reabrir las sociedades gastronómicas o ampliar de cuatro a seis el número máximo de personas por mesa en hostelería. La duda ante la junta de mañana es si decaerán algunas de las libertades conquistadas.
Cabría pensar que no va a ser así, teniendo en cuenta que el empeoramiento de la pandemia en Euskadi ha sido general -también en otras autonomías-, pero el mayor agravamiento se ha dado en Gipuzkoa -con 209 de incidencia- y, en principio, no responde a que las restricciones en vigor sean insuficientes, sino en todo caso al incumplimiento de las mismas, como pudo suceder en la masiva celebración de las 'no fiestas' de San Juan en Hernani, y también en los brotes surgidos durante los viajes de estudiantes a Mallorca, Salou y Burdeos. Es decir, los más de 200 contagios confirmados -y cientos más de confinados- que han deparado estos desplazamientos se han dado a varios cientos de kilómetros del País Vasco.
Esta realidad comprometería legalmente la justificación de un hipotético endurecimiento de las restricciones. Sin estado de alarma, el margen de maniobra de las autonomías es limitado, tal como ha comprobado ya el Gobierno Vasco con anterioridad o, más recientemente, el Govern balear, cuando la jueza de lo contencioso-administrativo número 3 de Palma suspendió la semana pasada el aislamiento de los estudiantes recluidos en un hotel que habían dado negativo en una prueba PCR. Probablemente consciente de esta evidencia, Bingen Zupiria aseguró ayer que «la movilidad es posible» si se hace «de forma segura». A su juicio, el problema no es tanto la libertad de movilidad como «los comportamientos» cuando uno se mueve. «No hace falta irse a Mallorca ni a Salou. Está pasando en Hernani, en otros municipios de Euskadi y está pasando en Singapur».
Algunos alcaldes ya han reaccionado en modo preventivo. El de Pamplona, Enrique Maya, recomendó a su ciudadanía que «si puede se quede en su barrio» y no acuda hoy al Casco Viejo, tradicional punto neurálgico de unos Sanfermines suspendidos por segundo año. Navarra ayer reportó 507 nuevos casos, con una positividad del 27,5% motivada por el brote de estudiantes en Salou. El dato «preocupa porque nos estamos jugando ahora lo que pueda pasar el resto del verano». Su colega en Bilbao, Juan Mari Aburto, pidió «responsabilidad y compromiso» a los jóvenes e incluso se prepara para nuevas restricciones «por doloroso que sea». Sobre las medidas que pueda adoptar el LABI, Zupiria se limitó a señalar que existe «una preocupación importante» por el gran volumen de contagio juvenil.
Cuatro municipios en rojo
Tras no hacerlo desde el viernes al domingo, el Departamento de Salud desglosó ayer las cifras de contagios por localidades y confirmó que hay cuatro en el peor de los escenarios, con una transmisión muy alta del virus. Siguen en zona roja Zumaia, con 25 positivos en la última semana, y Hernani (267), y se suman Astigarraga (33) y Urnieta (42). Dada su proximidad, Osakidetza vincula los contagios en estos dos municipios al brote hernaniarra. El de Salou afecta a Soraluze, donde se han dado 37 positivos desde el viernes.
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