Alerta alimentaria «grave» en Europa por carpas y peces espada procedentes de España

Alerta en Europa por dos pescados españoles contaminados: carpas con PFOS y pez espada con mercurio. El Sistema de Alerta Rápido por Alimentos y Piensos (RASFF) ha notificado una alta concentración de sulfonato de perfluorooctano (PFOS) en carpas procedentes de España, lo que ha llevado a las autoridades españolas a emitir una alerta a nivel europeo.

La Comisión Europea ha advertido sobre la «seriedad» de la situación debido al riesgo potencial para la salud que supone el elevado nivel de PFOS detectado en los pescados afectados. Inicialmente, la mercancía se distribuyó en España y Francia, países que han ordenado la retirada de las carpas del mercado, y Francia además ha procedido a recuperar el producto ya suministrado a los consumidores.

Los PFAS son sustancias químicas fabricadas y utilizadas en diversas industrias, contaminando alimentos como pescados, frutas, huevos y agua potable a través de suelos y aguas contaminadas. El sulfonato de perfluorooctano (PFOS) es uno de los contaminantes dentro del grupo de los PFAS, y según un estudio de la EPA (EEUU), su elevado nivel puede tener efectos adversos para la salud, como efectos en el desarrollo del feto, efectos en el hígado o la tiroides, y cáncer.

Además, la Unión Europea ha emitido una alerta alimentaria de carácter «grave» debido a un lote de pez espada contaminado con mercurio procedente también de España. La RASFF notificó a las autoridades españolas la presencia de niveles de mercurio superiores al límite legal permitido en este pescado tras un aviso de Italia. Se ha ordenado la retirada inmediata del mercado del pez espada, un pescado muy consumido en Europa.

Los expertos en seguridad alimentaria han alertado en repetidas ocasiones sobre los riesgos para la salud por el excesivo mercurio en el pescado, un metal pesado muy tóxico con medidas restrictivas en cuanto a los niveles máximos permitidos. El mercurio se libera al medio ambiente a través de procesos naturales y actividades humanas, contaminando plantas y animales a lo largo de la cadena trófica, acumulándose en peces depredadores como el pez espada.

El consumo de pescado es la mayor fuente de exposición al mercurio en humanos, pudiendo inducir efectos tóxicos en órganos y sistemas como el nervioso, los riñones, el hígado y los órganos reproductivos.

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