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Los primeros análisis externos para detectar los polémicos PFAs, también conocidos como 'químicos eternos', en el agua para consumo humano han dado negativo en Aguas ... del Añarbe, el consorcio que suministra el agua potable a San Sebastián, Errenteria, Hernani, Lasarte-Oria, Pasaia, Oiartzun, Urnieta, Usurbil, Lezo y Astigarraga.
Desde 2024, todas las empresas de abastecimiento de agua potable de España, públicas y privadas, deben añadir al catálogo de sustancias que deben tener controladas los cuatro PFAs más peligrosos. Para este 2025 el listado aumenta a 20 PFAs.
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas son un grupo de más de 4.700 agentes químicos sintéticos, ampliamente utilizados en procesos industriales y productos de consumo desde hace décadas, y muy valoradas por las características que confieren, en especial su durabilidad y resistencia al agua, al calor... Están presentes en productos y marcas de uso cotidiano como teflón, gore-tex, champús, cosméticos, bolsas de palomitas para microondas, cajas para pizzas... Productos que logran su resistencia gracias a estos 'químicos eternos'. Esa durabilidad los hace al mismo tiempo peligrosos para el ser humano y el medio ambiente, pues perduran mucho tiempo una vez ingeridos o desechados.
A los PFAs se les han atribuido malformaciones en bebés, intoxicaciones por la leche materna. cánceres...
Una de las mayores preocupaciones de expertos y autoridades es que puedan estar presentes en el agua de grifo, razón por la que una nueva normativa obliga a los gestores de infraestructuras potabilizadoras y de distribución a vigilar la presencia de estos compuestos.
En el caso de Aguas del Añarbe, fuentes del consorcio señalan que las analíticas de las muestras tomadas a la salida de la estación potabilizadora de Petritegi, en Astigarraga, concluyen que «el agua del sistema Añarbe está libre de PFAs».
Sus responsables valoran que «la ausencia de actividad en el privilegiado entorno natural en el que se encuentra el embalse contribuye a que la calidad del agua del Añarbe sea máxima».
Respecto a los análisis realizados el año pasado, apuntan que hasta ahora se han llevado a cabo por parte de un laboratorio externo, si bien dadas las nuevas exigencias legales, la mancomunidad «se ha equipado ya con los sofisticados equipos necesarios para detectar este tipo de compuestos en el agua». Unas adquisiciones que han supuesto una inversión inicial de cerca de medio millón de euros, a los que hay que añadir unos gastos de mantenimiento anual de los equipos de 50.000 euros, así como el material fungible, personal...
La puesta en servicio de estos equipos está prevista a lo largo de este año.
Como entidad gestora del agua de consumo, Aguas del Añarbe «respalda plenamente la prohibición integral y universal de los PFAs para garantizar que su presencia en el medio ambiente disminuya en las próximas décadas», y defiende el principio de «quien contamina paga», para lo que «es preciso incentivar a quienes producen y comercializan sustancias contaminantes para que desarrollen alternativas más seguras».
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