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Las emisiones de gases de efecto invernadero no han dejado de crecer tras la peor fase de la pandemia. R. C.
El planeta se empeña en tirar la toalla contra el cambio climático

El planeta se empeña en tirar la toalla contra el cambio climático

Las emisiones de CO2 vuelven a aumentar tras una reducción temporal por la covid y la temperatura subirá más de 1,5 grados, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial

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Jueves, 16 de septiembre 2021, 09:56

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La mejora medioambiental que nos dejó el covid con su obligado confinamiento se ha diluido con la reanudación de la actividad industrial. El coronavirus frenó la economía pero no ha retrasado el avance del cambio climático. No hay indicios de un crecimiento más ecológico: las emisiones de dióxido de carbono están aumentando de nuevo rápidamente tras la disminución pasajera debida a la desaceleración. Las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera se mantienen en niveles sin precedentes y condenan al planeta a un peligroso calentamiento futuro. Así lo alerta el nuevo informe Unidos en la Ciencia 2021 dado a conocer hoy por la Organización Meteorológica Mundial, que forma parte de la ONU.

Ya hemos visto que el aumento de las temperaturas a nivel mundial ha provocado fenómenos meteorológicos extremos devastadores en todo el planeta, con incendios de sexta generación, olas de calor extremas, inundaciones y huracanes. La temperatura media mundial durante los últimos cinco años fue una de las más altas jamás registrada. De acuerdo con el informe, es cada vez más probable que las temperaturas superen temporalmente el umbral de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales en los próximos cinco años.

La escala de los cambios experimentados recientemente en el sistema climático en su conjunto no tiene precedentes en miles, de años. Según se indica en el informe, aun con la adopción de medidas ambiciosas encaminadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el nivel del mar seguirá aumentando y constituirá una amenaza para las islas de baja altitud y las poblaciones costeras de todo el mundo.

«Este año es decisivo en lo que respecta a la acción climática. Este informe es una constatación alarmante de lo alejados que estamos del rumbo previsto», afirma Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas.

«Aún estamos muy retrasados con respecto a la consecución de los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Durante este año, hemos presenciado un nuevo crecimiento de las emisiones de combustibles fósiles, el aumento constante de las concentraciones de gases de efecto invernadero y los fenómenos meteorológicos violentos intensificados por las actividades humanas que han afectado a la salud, las vidas y los medios de subsistencia en todos los continentes. A menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan de manera inmediata, rápida y a gran escala, limitar el calentamiento a 1,5 °C será imposible, lo que traerá aparejadas consecuencias catastróficas para las personas y el planeta del cual dependemos», alerta Guterres en el prólogo del documento.

«Durante la pandemia hemos escuchado que debemos reconstruir para mejorar, a fin de trazar un camino más sostenible para la humanidad y evitar los peores efectos del cambio climático en la sociedad y las economías. En este informe se señala que, hasta el momento en 2021, no estamos avanzando en la dirección correcta», añade Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

Puntos claves

El informe revela que las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero -dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O)- siguieron aumentando en 2020 y durante el primer semestre de 2021. «Es probable que la disminución general de las emisiones que se registró en 2020 haya limitado el incremento anual de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero de larga duración; sin embargo, este efecto fue demasiado pequeño como para diferenciarlo de la variabilidad natural», recoge el documento.

Las emisiones de CO2 de origen fósil —carbón, petróleo, gas y cemento— alcanzaron un nivel máximo de 36,64 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtCO2) en 2019, seguido de un extraordinario descenso de 1,98 GtCO2 (5,6 %) en 2020 debido a la pandemia. De acuerdo con algunas estimaciones preliminares, entre enero y julio de 2021, las emisiones mundiales en los sectores de la energía eléctrica y la industria ya se encontraban en el mismo nivel o en un nivel superior al observado durante el mismo período en 2019, antes de la pandemia, mientras que las emisiones procedentes del transporte por carretera registraron una reducción de alrededor del 5 %. Sin incluir el transporte aéreo y marítimo, las emisiones mundiales se mantuvieron aproximadamente en los mismos niveles que en 2019, en promedio en los siete meses.

Los autores del documento recuerdan que cinco años después de la adopción del Acuerdo de París, no se ha avanzado en la consecución de los objetivos en cuanto a las emisiones: las emisiones mundiales deben reducirse para alcanzar el objetivo de 1,5 °C. «La crisis generada por la covid ofrece solo una reducción a corto plazo de las emisiones mundiales. No habrá una disminución considerable de las emisiones de aquí a 2030, a menos que los países traten de conseguir una recuperación económica que incluya una descarbonización profunda», apostillan los científicos.

«Es probable que, en cada uno de los próximos cinco años, la temperatura media mundial anual cerca de la superficie supere, por lo menos, en 1 °C los niveles preindustriales (que corresponden a la media del período 1850-1900), y es muy probable que ese aumento oscile entre 0,9 ° y 1,8 °C. Hay un 40 % de probabilidades de que la temperatura media mundial en uno de los próximos cinco años sea, por lo menos, 1,5 °C más alta que en los niveles preindustriales».

«Este informe no da lugar a dudas. El tiempo se está agotando. Para que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 que se celebrará en Glasgow, denominada CP 26, sea un punto de inflexión, todos los países deben comprometerse a alcanzar las cero emisiones netas, a más tardar, en 2050, con el respaldo de estrategias concretas a largo plazo y mejores contribuciones determinadas a nivel nacional en virtud de las cuales se reduzcan, de manera colectiva y a más tardar en 2030, las emisiones mundiales en un 45 % respecto de los niveles de 2010. Necesitamos un avance decisivo que permita proteger a las personas y sus medios de subsistencia. No existe otra alternativa si deseamos crear un futuro más seguro, sostenible y próspero para todos», concluye Guterres.

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