Estaba ojeando una base de datos con artículos científicos, cuando me ha llamado la atención el título de uno de ellos: 'Tan ligero como tu ... aroma: efectos del olfato y el sonido en la percepción de la imagen corporal'. ¿Qué tiene que ver el olfato o los sonidos en que yo me sienta gordo o delgado?
En este trabajo, publicado en las actas del congreso Interact 2019, cuyo principal autor es Giada Brianza, de la Universidad de Sussex, y en el que también han participado la Universidad Carlos III de Madrid y el University College de Londres, se demuestra que los olores y los sonidos cambian cómo percibimos la forma de nuestro cuerpo. Más concretamente: el olor a limón nos hace sentir más delgados y el olor a vainilla más gordos. Y las altas frecuencias de sonido nos hacen sentir que nuestro cuerpo es más ligero y que somos capaces de movernos mejor.
Para los autores del trabajo, estos resultados pueden ser útiles para incentivar la actividad física, y mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos. Una imagen distorsionada puede disminuir nuestra salud física y mental.
Yo estoy un poco gordo, peso 106 kilos. Esta noche me voy a acostar con un perfume de limón y voy a poner un generador de ruido de alta frecuencia, o una música con sonidos cristalinos, como podría ser, por ejemplo, la flauta de 'Preludio para la siesta de un fauno', de Debussy, para sentirme ligero y flotar sobre las sábanas.
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