Los obispos vascos consideran que los abusos a menores «han sido crisis dolorosas»

A su juicio, esta situación tiene raíces complejas como el peso histórico de una Iglesia que durante siglos ha conformado el pensamiento y la cultura, «crisis dolorosas» como la de los abusos a menores y a personas vulnerables que han dañado su credibilidad y una presencia pública que algunos perciben como «excesiva y consideran resultado de una posición histórica dominante».

Los obispos afirman que la tensión entre el Evangelio y el mundo es «inevitable», pero sería «un error atribuir todo este distanciamiento a la hostilidad secular». En este sentido, aseguran que deben examinar con honestidad «sus propias inconsistencias».