Cada día hay más dispositivos que usan internet y cada día usamos más datos. Por eso, cada día se necesita que las líneas tengan más ... velocidad. El 1 de septiembre, la revista IEEE 'Photonics Technology Letters', publicaba un trabajo, liderado por Lidia Galdino, en el que rompían el récord de velocidad a través de una fibra óptica y llegaban a la increíble velocidad de 178 millones de millones de bits por segundo por una fibra óptica, a una distancia de 40 kilómetros. He hecho unos cálculos aproximativos y esa velocidad equivale a transmitir 127 millones de Quijotes en 1 segundo. Si tenemos en cuenta que en el año 1968 yo hacía transmisiones avanzadas a 300 bits por segundo, resulta que la velocidad ha aumentado seiscientos mil millones de veces. Permítanme que me sienta abrumado.
Conseguirlo es conceptualmente sencillo, prácticamente es una hazaña. Las fibras ópticas transmiten luz en varios colores. Aquí color es un poco más amplio que lo que se refiere a la vista. Por encima del color violeta está el ultravioleta, que no vemos, pero que nos pone la piel morena en la playa, y por debajo del rojo, el infrarrojo, que tampoco vemos, pero que sentimos en la piel como calor. El truco ha consistido en usar más 'colores' que los habituales en las fibras y optimizar la transmisión por separado para cada uno de ellos. La fibra óptica es la misma, basta cambiar los amplificadores para conseguir mayor velocidad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión