Nessie es el diminutivo que se aplica habitualmente al monstruo del lago Ness. Se trata de uno de los monstruos más famosos del mundo a ... la par del Yeti o de Big Foot. Hay referencias al mismo desde el siglo VII, en la «vida de san Columba». En la época actual se hizo muy famoso en 1934 cuando el cirujano R. K. Wilson mostró al mundo una foto que él había obtenido del monstruo. La foto dio la vuelta al mundo y es difícil no haberla visto alguna vez. Sesenta años más tarde, Marmaduke Wetherell confesó que todo había sido un fraude.
Se han escrito miles de artículos y de libros sobre la existencia o no de Nessie y sobre su naturaleza. La mayor parte de los científicos creen que no existe. Entre los que piensan que es una criatura real, la hipótesis más extendida es que se trata de un «plesiosaurio», reptil que podemos considerar como un dinosaurio acuático y que apareció aproximadamente hace 240 millones de años. Y, por supuesto, extinto hace unos 175 millones de años.
Menos fantástica que la idea de un plesiosaurio es la de que se trata de un tiburón, un siluro, un esturión o una anguila de gran tamaño. Hace unos días Neil Gemmell, de la universidad de Otago en Nueva Zelanda, ha dado a conocer un estudio en el que han analizado muy a fondo la diversidad genética del lago. Han encontrado más de tres mil especies. No han encontrado plesiosaurios, tiburones, siluros o esturiones. Lo que sí han encontrado es gran abundancia de genes de anguila. El estudio no trataba de estudiar a Nessie, pero dado que es un estudio del lago Ness la referencia al monstruo es obligada. Gemmell nada dice sobre si su existencia es real, su estudio descarta todos los animales salvo las anguilas.
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