La Navidad llegará con bajada de temperaturas y chubascos

«El mal tiempo volverá cuando empiecen las fiestas». La previsión avanzada esta mañana por la delegada de Aemet en el País Vasco, Margarita Martín, apunta a una semana todavía soleada, con viento del suroeste y temperaturas en torno a los 16 o 18 grados en la costa de Gipuzkoa, algo más frío en el interior, pero advierte que a partir del 23 o 24 de diciembre, «con las fiestas», la situación cambia. Entrará un frente frío que dejará bajada de temperaturas, nieve por debajo de los 1.000 metros, y chubascos. La Navidad estará por tanto pasada por agua, y «parece» que la «tendencia» indica que para la última semana del año, a partir del día 27, «enfriará aún más». Y este 2020 se despedirá con temperaturas puramente invernales.

Martín ha adelantado el pronóstico para las próximas fiestas navideñas en una comparecencia en la que ha hecho balance del otoño que acaba en unos días. Concretamente, la nueva estación se estrenará el día 21 a las 11.02 horas.Y dejará atrás unos meses «cálidos y muy húmedos». Este año, ha indicado la meteoróloga, ha sido «excepcional en lo sanitario» y también en «lo termométrico». Y aunque el otoño vasco ha estado caracterizado por picos fríos y cálidos, mucha precipitación y temporales de mar, el año en su conjunto ha sido más cálido de lo normal.

La delegadda de Aemet ha explicado que, a falta de analizar cómo cierra diciembre si acaba con esa ola gélida que se barrunta, el único mes «frío» de 2020 ha sido octubre. Fue entonces, en el arranque del otoño cuando «los vientos de componente norte» empezaron a «enfriar el año» con un grado menos de lo normal en Donostia u Hondarribia. Y mucha precipitación. En el observatorio de Igueldo se recogieron 261,5 litros, 100 más que la media de la serie; y en Hondarribia, 326. «Además hubo muchos episodios de viento sur, con una racha máxima en Igueldo de 128 km/h.

Noviembre «fue al revés». Muy cálido y muy seco. En Igueldo apenas se recogieron 86 litros, cuando la media es de 179, y en Hondarribia cayeron 64 litros, muy lejos de los 204 de media. La temperatura, con 13,8 grados de media, elevó 2,5 grados la habitual. ¿El culpable? El viento de componente sur que «este año» ha elegido noviembre y no octubre para soplar más.

Lo que no llovió en noviembre, lo hizo en el arranque de diciembre, donde en solo los 13 primeros días ya se habían superado los 400 litros en Hondarribia. «El mes ya es muy húmedo aunque no cayera un litro más», pero lo hará, ha pronosticado Martín. En la estación de Hondarribia se espera superar a los 500 litros, aunque está a distancia aún de la efemérides de 1969 con más de 600. Y en Igueldo se «totalizarán 327». En cuanto a temperatura, de momento, es «normal», pero dependerá de ese frente frío de final de año.

Con este repaso, el otoño ha resultado «cálido» con una temperatura cinco décimas superior a la media en las capitales vascas de costa, y 3 décimas en el interior, y «muy húmedo en todos los casos», a diferencia del resto de la Península, donde ha habido un 15% menos de lluvia. Martín ha destacado los temporales de mar que «han sido protagonistas» de este otoño con alturas de ola máximas de más de 14 metros y ola significante de más de 8 tanto en octubre como en diciembre, situación «muy rara». «Hubo un gran episodio en octubre de precipitación y grandes trenes de ola» que llegaban desde la costa americana, con «periodos de picos máximos» de 22 segundos -tiempo entre una ola y otra- cuando lo normal son entre 9 y 12, ha explicado. Además, ha indicado que este otoño hemos tenido menos horas de sol. «En octubre no salió, las horas son de noviembre y unas pocas de diciembre», ha resumido. Hasta ahora en Igeldo ha habido 301 horas, 30 menos que la media.

Los meses de invierno de 2021 estarán condicionados por el fenómeno climático de La Niña instalado en el Pacífico centra-, y que afectará a estas latitudes en los próximos meses, y que está caracterizado porque provoca que «llueva poco» pero puede llegar con temperaturas cálidas o frías, «no se puede saber».

Por eso, Martín prevé un enero y febrero sin anomalías de precipitación, más lluvia en la costa que en el interior, y un marzo «muy seco». Si se cumplen estas previsiones, el invierno quedaría «ligeramente seco» con un 20% menos de precipitación, pero aún no ha comenzado.