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Martes, 9 de julio 2019, 06:33
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Un joven de 25 años, natural de la localidad navarra de Villava, ha perdido la vida en las graves inundaciones que han afectado a la zona media de Navarra. El cuerpo sin vida del conductor arrastrado por el agua era localizado esta madrugada cerca de Moriones, en el municipio de Ezprogui, según informa el Gobierno de la comunidad foral.
Pasadas las 20.25 horas del lunes, el 112 recibió el aviso de una persona cuyo vehículo había sido arrastrado por la corriente cerca de la localidad de Ezprogui, a unos 50 kilómetros de Pamplona. Al parecer, el ocupante consiguió salir del coche, pero unas horas después, ya de madrugada, se localizó su cuerpo sin vida a cientos de metros de distancia de su coche. El rescate en ese momento resultó imposible por la cantidad de agua que discurría por la zona, por lo que lo único que se pudo hacer fue asegurar el cuerpo hasta intentar su rescate por aire, que tuvo lugar ayer hacia las ocho de la mañana.
«La naturaleza ha disparado el agua a cañonazos», es la gráfica descripción que ha realizado este martes Jesús Arrizubieta, alcalde de Tafalla. En la localidad no ha habido que lamentar daños personales como sí ha ocurrido en Ezprogui, pero en cuanto a destrozos materiales es la localidad más afectada. El Ayuntamiento ha solicitado e que se declare al municipio zona catastrófica, tras los graves daños que ha provocado la crecida del río Cidacos. En este sentido la presidenta del Gobierno de Navarra en funciones, Uxue Barkos, ha pedido a los ayuntamientos afectados por las inundaciones que aprueben peticiones para que el propio Ejecutivo foral y la Delegación del Gobierno en Navarra puedan tramitar la declaración como zona catastrófica de las localidades afectadas por las lluvias torrenciales del lunes.
El río Cidacos pasó a las 17:40 horas del lunes de tener una altura de 0,11 metros en la estación de aforo de Olite a superar los 4 metros de altura a última hora de la noche y portar un caudal de 275 metros cúbicos por segundo, después de que se registraran lluvias torrenciales que cuatriplicaron las previsiones meteorológicas. Supone la segunda mayor crecida desde que se tienen registros.
La estación meteorológica de Guetadar, donde se esperaban 40 litros por metro cuadrado, superó los 160 litros ayer tarde y, la de Tafalla, los 100 litros. Las dotaciones de Bomberos se tuvieron que repartir para trabajar en calles cortadas por el agua en Tafalla, como en la zona del Velódromo o el campo de fútbol. También fueron movilizados el grupo de rescate acuático y equipos de Protección Civil.
Uno de los primeros lugares afectados fue la fábrica de Fagor Ederlan, la antigua Luzuriaga, al inundarse una de las secciones en la planta de acabado. Unos cuarenta trabajadores tuvieron que parar su jornada y fueron desalojados a las seis de la tarde. Dos horas después volvieron para limpiar, pero la producción no pudo reanudarse: justo en ese momento el Cidacos comenzó a desbordarse.
⚠️ Gravísima situación en Tafalla, tras el desbordamiento del río Cidacos debido a la tormenta.
— Ángel Ansa Echegaray (@angelansae) 8 de julio de 2019
Espero que no haya que lamentar daños personales.
Muchísimo ánimo para todos los tafalleses, estamos todos pendientes. pic.twitter.com/mbZxudouXM
A las nueve de la noche lo peor estaba por venir. Los coches fueron arrastrados por la fuerza del agua y se amontonaron en una de las esquinas del puente, ya totalmente cubierto por el río. Mientras, en la zona comercial, algunas personas tuvieron que subir a la azotea del Mercadona. Dentro del supermercado, una trabajadora contaba la situación a sus compañeros por medio de un mensaje de audio: «Esto es una locura, estamos todos en el tejado. La tienda está hecha un desastre, todos los productos por el suelo. Y estamos esperando al helicóptero, que nos van a sacar de aquí, nos van a evacuar», lamentaba visiblemente nerviosa.
Prácticamente todas las entradas a Tafalla quedaron cortadas; las inundaciones anegaron bajos y obligaron a muchos vecinos a pasar la noche fuera de sus casas. La imagen a primera hora de esta mañana era desoladora: los daños materiales causados por el río han sido de gran alcance, afectando a coches, garajes, bajeras, sótanos, locales comerciales, industrias, zonas deportivas y a la propia carretera N-121 (Pamplona-Tudela), a la altura del kilómetro 30. La gravedad de la situación provocó así mismo la interrupción del tráfico ferroviario.
Estado de la N-121 a la altura de Pueyo como consecuencia de las tormentas, informa Policía Foral pic.twitter.com/4H2ZREx6vI
— Europa Press Navarra (@EPNavarra) 8 de julio de 2019
Incidentes parecidos se han registrado en otras localidades, como Barasoain, Garinoain, Pueyo o San Adrián; así como en Calahorra y Alfaro, en la vecina comunidad de La Rioja.
La fuerte tormenta de agua y granizo caída sobre San Adrián, por ejemplo, obligó a cortar al tráfico más de 30 calles, según informa la Policía Local. La tormenta inundó casas, bajeras y terrazas; en alguna de las viviendas de Santa Gema, el agua llegó a caer por el hueco de la escalera como una riada.
Pero no sólo hubo lluvia. La tormenta dejó importantes descargas de granizo por buena parte de la geografía navarra. El hielo comenzó a azotar a primera hora de la tarde Belagua y, sobre las 20.30, las granizadas llegaron a la Ribera en Tudela, Murchante y Corella. En Muchante, el agua hizo que Policía Municipal cortase la calle Arrabal. El granizo también pasó por Zizur, Sangüesa, Lerga, San Martín de Unx o Izco. Esta localidad fue una de las más afectadas por las piedras de hielo, que llegaron a romper canaletas.
La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, y la consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia, Mª José Beaumont, se desplazaron anoche a la sala de coordinación de Sos Navarra 112 para seguir en directo el dispositivo de atención de esta emergencia, en el que participan recursos de bomberos, policía y protección civil del Gobierno, así como Guardia Civil y policía local de Tafalla.
Ante la gravedad de las inundaciones acaecidas en Tafalla, esta mañana se ha celebrado una reunión de coordinación entre los diferentes dispositivos implicados en la protección civil de la ciudad.
El Ayuntamiento de Tafalla ha puesto a disposición de los vecinos afectados por las inundaciones una oficina de atención al ciudadano. Además, el Consistorio ha informado de que la escuela infantil permanecerá cerrada hasta nuevo aviso.
«Tafalla ha sido siempre una ciudad solidaria y colaboradora que entiende perfectamente el significado de la palabra 'auzolan' y sabemos que la ciudadania estará a la altura de las circunstancias», ha señalado el Ayuntamiento de Tafalla en un comunicado.
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