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Maialen Olabe posa en la sede de Bilbao del Consejo de la Juventud de Euskadi. PEDRO URRESTI
Maialen Olabe | Consejo de la Juventud de Euskadi

«Sin un límite al alquiler es difícil que las ayudas surtan efecto»

Ayudas ·

Olabe remarca el esfuerzo que deben realizar los jóvenes para emanciparse y pide medidas con visión a largo plazo

Jon Agirre

Donostia

Viernes, 7 de abril 2023, 16:22

Siete años como presidenta del Consejo de la Juventud de Euskadi dan una visión completa del proyecto de vida de las personas jóvenes. Acaba de ... de dejar el cargo, pero antes reclama medidas en empleo y vivienda para que la emancipación sea digna y se consiga la tan ansiada igualdad entre mujeres y hombres.

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– El acceso a la vivienda sigue siendo muy complicado. ¿Las políticas públicas son suficientes o hace falta algo más?

– El acceso a la vivienda, sea en compra o en alquiler, es uno de los mayores retos que tenemos. Creo que muchas políticas son a corto plazo y a veces echo de menos que tengan una visión más a largo plazo

– ¿Qué le parecen los 300 euros para ayudar a pagar el alquiler?

– Creo que es una medida que a corto plazo puede dar una respuesta, pero necesitamos saber más detalles. Se ha dicho que se van a dar 300 euros pero falta todavía mucha información y hasta que sepamos todos los detalles es difícil hacer una valoración. Sabemos el rango de edad de quiénes podrán pedir la ayuda, pero no sabemos qué requisitos deben cumplir ni cómo se va a hacer. Sí que considero que tanto con esta ayuda como con GazteLagun pasa lo mismo, que si no le ponemos un límite al alquiler es complicado que surtan el efecto que buscamos, que los jóvenes nos podamos emancipar de una forma digna. Solo dando ayudas no es tan fácil evitar que el precio de la vivienda siga subiendo.

– Desde el Consejo llevan años denunciando las condiciones precarias de los jóvenes. ¿Cuál es el diagnóstico a 2023?

– Consideramos que así como la reforma laboral ha ayudado en determinados puntos y ha mejorado algunas condiciones, seguimos teniendo una alta tasa de temporalidad y un gran número de mujeres jóvenes con salarios más bajos y con una realidad más complicada. Es la pescadilla que se muerde la cola. Tenemos un problema de emancipación porque tenemos empleos que no son estables, no son de calidad o no tienen un salario digno. Eso nos supone una inestabilidad constante que no nos permite emanciparnos a las personas jóvenes. Esta muy bien que se den ayudas, pero necesitamos estabilidad laboral. Creemos que de cara al empleo de calidad todavía hay mucho que fomentar dentro de las empresas.

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Empleo digno

«Supone tener conciliación, con salarios acordes a la formación, sin brecha de género ni contratos de prácticas»

– ¿Qué habría que fomentar?

– El empleo de calidad supone tener una buena conciliación, tener unos salarios acordes con la formación que tenemos y no encontrarnos con casos de sobrecualificación, que terminemos con la brecha de género, que acabemos con los contratos de prácticas y ese tipo de fórmulas que no ayudan a tener una estabilidad laboral.

– Hace casi un mes fue el 8M, ¿estamos dando pasos hacia una sociedad más igualitaria?

– Depende de con qué lo comparemos. Mirando hacia atrás si podríamos decir que hemos dado pasos y que, por ejemplo, somos capaces de identificar lo que son los micromachismos o que el 8M saca a muchas personas jóvenes a la calle, pero todavía hay muchas cosas por mejorar, como la desigualdad laboral o el acceso a la vivienda, que es más complicado. O la coeducación, donde tenemos que profundizar tanto en la educación formal como en la no formal. Empezamos a tener herramientas para analizarlos, pero hace falta mucha formación para seguir dando pasos adelante.

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– La Ley de Juventud ha sido otro tema recurrente. ¿El texto final cumple lo esperado?

– Ha sido un tema recurrente a lo largo de los años, sí. Es el tercer intento y por fin ha salido. Digo por fin porque consideramos que cumple unos mínimos de los que partir. Es una ley amplia y lo que hay que ver son las concreciones que vayan surgiendo. Por eso hemos seguido de cerca la estrategia de emancipación y lo haremos también con las nuevas normativas que acompañen a la ley e incidir para que mejoren la vida de los jóvenes.

– ¿Qué sabor le ha dejado la presidencia? ¿Repetiría?

– Me llevo mucho a nivel personal, ha habido momentos que no han sido fáciles pero en general me llevo buen sabor de boca. Tendría que quitarle las cosas no tan buenas, pero repetiría porque considero que he aprendido mucho.

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Ley de juventud

«Cumple con unos mínimos de los que partir, hay que ver las concreciones y seguir de cerca las normativas»

– ¿Alguna espina clavada?

– Me hubiera gustado marcharme dejando un Plan de Participación cerrado, todavía quedan algunas cosas por cerrar y esa es mi pequeña espina clavada.

– Casi 60 asociaciones conforman EGK, ¿cómo es dirigir ese barco tan plural?

– A veces difícil. Lo más importante en este proceso es entender que estamos representando al Consejo y tenemos que dejar nuestra ideología o formas de pensar en un segundo plano. No siempre es tan fácil, pero hay que ser profesional y recordar cuál es el argumento del consejo y por dónde vamos. Hay momentos en los que nos gustaría dar una respuesta, pero no siempre hemos llegado a tener un discurso. Y a veces los discursos están basados en los acuerdos de mínimos a los que hemos llegado, que tienen un valor añadido porque se han elaborado entre muchos.

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– ¿Hay convivencia y entendimiento entre las asociaciones?

– Hay momentos en los que hay encontronazos, pero en general diría que sí. Y subrayaría el trabajo del equipo técnico, que en muchos casos les toca tener que mediar en esos espacios de participación que creamos para recoger la opinión de los jóvenes y luego trasladársela a la administración.

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