La isla de Pascua ha sido una de mis pasiones, desde que leí 'Aku Aku' de Thor Heyerdhal. En la isla hay más de mil ... estatuas talladas en piedra. Las más grandes están ubicadas en el mayor cráter volcánico de la isla, considerado la cantera en la que se esculpían para transportarlas a otros lugares. Para todos nosotros, aquellas estatuas medio enterradas en el cráter demostraban que algo acabó mal y que nunca pudieron transportarlas.
Pero un reciente estudio echa por tierra estas creencias y plantea algo a la vez sorprendente y convincente. La isla está azotada por fuertes vientos que son capaces de acabar con las cosechas. Un lugar que se libra de ello es el cráter del volcán Rano Raraku. Allí se han encontrado pólenes de plátano, taro y batata. Era una tierra muy fértil, pero la explotación continuada hizo que su fertilidad disminuyera. No sabemos muy bien cómo, pero de algún modo llegaron a pensar que la presencia de grandes estatuas (moais) aumentaba la fertilidad. Y fabricaron muchas en el cráter. Lo sorprendente del artículo de S. C. Sherwood es que llevaban razón. Los suelos de la cantera son muy fértiles debido a que al extraer las rocas y tallar las estatuas se producían polvo y pequeños trozos que se erosionaban fácilmente y se depositaban como fertilizante por todo el cráter. Así que, efectivamente, la presencia de los moais –mejor dicho, su fabricación– producía la fertilidad del mismo.
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