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CARLOS BENITO
BILBAO.
Sábado, 7 de abril 2018, 08:56
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La Diputación vizcaína y el Gobierno Vasco investigan un posible brote de 'fiebre Q' en la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) del monte Arraiz de Bilbao. Hasta el momento, hay un caso confirmado, otro pendiente de los resultados del segundo análisis y otros tres probables, según han detallado fuentes forales, que también destacaron que en las últimas dos semanas no se ha detectado ningún episodio nuevo en la plantilla. Las instalaciones, pieza clave de la red vizcaína de reciclaje, tuvieron que interrumpir su funcionamiento durante tres meses en 2014 debido a esta misma enfermedad, que en aquella ocasión afectó a 49 operarios. Otros doce casos quedaron catalogados como probables.
La 'fiebre Q' está producida por una bacteria llamada 'Coxiella burnetii', que suele propagarse a través de los tejidos placentarios o fetales de mamíferos como la vaca, la oveja o la cabra. El anterior brote registrado en la TMB se achacó a la introducción en la planta de restos de ganado que se habían arrojado al contenedor verde, en contra de lo establecido por la normativa: esos residuos cárnicos acabaron contaminando la planta entera, que tuvo que ser vaciada y sometida a una exhaustiva desinfección. La enfermedad cursa de manera similar a una gripe o una gastroenteritis, con fiebre, dolor de cabeza y malestar general, y en nuestra zona tiene la particularidad de derivar en neumonía en el 40% de los casos. Habitualmente se cura con antibióticos, aunque algunas veces -entre el 1 y el 5%- se cronifica y produce problemas de corazón, pulmón o hígado.
A mediados del mes pasado, varios trabajadores empezaron a manifestar los síntomas habituales de la 'fiebre Q', bien conocidos ya por la plantilla de la empresa, aunque la primera confirmación concluyente no se tuvo hasta Semana Santa, ya que se requieren dos pruebas separadas por un plazo de tres o cuatro semanas. Este lunes, está previsto someter a análisis a todos los empleados de la UTE que gestiona las instalaciones y también a aquellos operarios de subcontratas que pasan más de media jornada en la planta, donde trabajan en torno a 130 personas. Para el martes, está previsto el examen de las propias dependencias: especialistas de los institutos Neiker y Osalan tomarán muestras en los sesenta puntos establecidos por el protocolo. En función de los resultados, los técnicos de Osalan establecerán si debe adoptarse alguna medida de limpieza y desinfección que impida el normal funcionamiento de la empresa. La TMB está diseñada para tratar hasta 180.000 toneladas anuales y absorbe la mayor parte de la basura de los hogares vizcaínos, de modo que la interrupción de su actividad trastoca el funcionamiento de toda la cadena: en 2014, los residuos fueron desviados a Zabalgarbi y al vertedero de Artigas.
Una portavoz foral ha especificado que la situación actual es muy diferente a la de entonces, precisamente porque aquella crisis sanitaria llevó a adoptar «el protocolo de actuación y seguridad más riguroso de una planta de estas características en toda Europa». Las medidas preventivas se multiplicaron, en forma de procesos específicos para retirar restos de origen animal y también de protecciones para los operarios, que actualmente llevan a cabo su tarea provistos de mascarilla, gafas y guantes.
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