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J.V. Muñoz-Lacuna
Viernes, 19 de enero 2018, 15:07
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El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) a pagar una indemnización de 160.000 euros por una mala praxis médica que derivó en la muerte de una paciente de 36 años.
Los hechos ocurrieron en septiembre de 2009 cuando la mujer acudió junto a su marido al hospital “Virgen de la Salud”, de Toledo, para realizarse una prueba diagnóstica: un TAC abdominal. Hora y media después la paciente entró en parada cardiorrespiratoria y murió.
Según la sentencia, existió falta de vigilancia y desidia en el tratamiento de la paciente pues el equipo médico que la asistió confundió la parada cardiorrespiratoria que estaba sufriendo con una simple lipotimia. La resolución judicial apunta que “lo que ocurrió fue una desatención médica o tratamiento inadecuado a la patología surgida que motivó el fallecimiento”. Además, se considera probado que el hospital no contaba en ese momento con un “carro de paradas”, necesario para atender tales situaciones, y que no se le aplicó atropina de forma inmediata. Ahora, el SESCAM deberá indemnizar al marido e hija de la fallecida con 200.000 euros.
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