Hay un refrán español que dice que «una golondrina no hace verano», con lo que se quiere decir que a partir de un hecho aislado ... no se puede hacer una afirmación general. Pero en este refrán hay algo que sorprende, algo que no encaja con nuestras nociones de las migraciones de las golondrinas. Seguro que todos hemos visto bandadas de dichas aves en la primavera. Las golondrinas son un buen indicador de la llegada del buen tiempo y fin del frío invierno. Por lo tanto, parece ser que el refrán debería decir que «una golondrina no hace primavera».
El motivo de esa discrepancia debemos verla en el dicho latín original, que decía: 'Una hirundo non facit ver' (Una golondrina no hace 'ver'). En el Imperio romano no se consideraban cuatro estaciones sino cinco: la primera era la 'prima veris' y ha pasado al castellano como primavera, pero su significado es 'primer verano', tras el que venía el 'veranum»' (verano), 'aestivium' (estío), 'autumnus' (otoño) e 'hibernum' (invierno). Es al primer verano, es decir a la primavera, a la que se refiere el refrán latino y su traducción al español.
Pasar de cinco estaciones a cuatro se lo debemos a Copérnico. En vez de cinco con límites no bien estandarizados, el astrónomo propuso nuestras cuatro estaciones, cuyo principio estaba señalado por puntos de la órbita terrestre muy bien definidos: solsticios y equinoccios. En España se estuvieron usando cinco hasta el siglo XVIII.
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