Las familias vascas han acogido a 3.500 ucranianos desde que estalló la guerra
El documento 'Ucrania-Euskadi. Memoria de un año de solidaridad', que recoge el seguimiento de la acogida de personas refugiadas de Ucrania, se ha presentado este viernes en Lehendakaritza
Un total de 4.180 ucranianos han solicitado la protección internacional temporal en Euskadi desde que Rusia invadió su país, hace un año. En estos doce meses, 3.500 refugiados han estado acogidos en algún momento en familias vascas, muchas de ellas de origen ucraniano. Se estima que 1.500 familias han alojado en algún momento a ucranianos que huían de la guerra. También en el último año, Zehar Errefuxiatuekin ha tramitado 3.652 correos electrónicos de ciudadanos vascos ofreciendo su solidaridad hacia los miles de ciudadanos ucraniano que se han visto obligados a abandonar sus hogares.
Estos datos, que reflejan a grandes rasgos la respuesta de la sociedad vasca ante el drama humanitario provocado por Rusia, figuran en el documento 'Ucrania-Euskadi. Memoria de un año de solidaridad', que ha sido presentado este viernes durante la reunión que ha mantenido en Lehendakaritza la Mesa de seguimiento para la acogida de personas refugiadas de Ucrania. Tras el encuentro se ha celebrado un acto de reconocimiento a la solidaridad entre Ucrania y Euskadi en el que han participado entidades del tercer sector implicadas en distintas formas de compromiso con Ucrania, las asociaciones de solidaridad entre Ucrania y Euskadi y las vinculadas a la acogida de niños y niñas de Chernobil. También han estado presentes familias de acogida y una representación de refugiados.
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El documento presentado este viernes hace un balance de los mecanismos que se pusieron en marcha justo después de una invasión que, según indica, «representó y representa una agresión unilateral sobre los derechos humanos que vulnera la legalidad y el derecho internacional y que cuestiona el orden geopolítico y los principales consensos internacionales». «Desde que se producen las primeras noticias del inicio de la invasión, las instituciones vascas y el tercer sector social, iniciamos un proceso de colaboración creciente para articular una solidaridad efectiva ante el drama humanitario que representaba aquella guerra y, de modo muy especial, para responder, primero, a las necesidades de las personas y familias refugiadas y, más adelante, a las de las familias vascas de acogida. Una semana después de aquel 24 de febrero estaba en marcha un diálogo a tres niveles: interdepartamental, en el seno del Gobierno Vasco; interinstitucional del Gobierno Vasco, con las diputaciones forales, Eudel, los ayuntamientos y el Gobierno español; y entre estas instituciones y el tercer sector social», señala el texto.
La reacción fue rápida. El 1 de marzo se reunió la Mesa interinstitucional-social de asilo y refugio. Ese mismo día se anunció la dirección de correo electrónico errefuxiatuak@euskadi.eus para canalizar los ofrecimientos solidarios de personas y administraciones locales, y se habilitó un número de teléfono para atender a personas y familias ucranianas que ya empezaban a llegar o vivían en Euskadi. El 5 de marzo se habilitó un centro de acogida y atención en cada capital para facilitar información y orientación a los refugiados.
Ha sido un año en el que 3.101 ucranianos han solicitado tarjetas sanitarias y 1.027 menores se han matriculado en centros educativos vascos. Las personas que han solicitado matriculación en escuelas oficiales de idiomas y centros de Educación para adultos han sido 532. Además, el número de refugiados que han ocupado plaza en el Sistema de Acogida y Protección Temporal estatal (Sapit) han sido 1.488, las personas y familias que han recibido la ayuda económica del programa Azken Sarea Indartzen han sido 1.633, mediante el programa Loturak, 856 personas o familias han recibido un acompañamiento personalizado con grupos locales de acogida, el programa Berritze ha hecho posible que 570 personas hayan recibido atención psicosocial personalizada y el programa Aukerak Suspertzen ha permitido que 69 niños y adolescentes hayan recibido un refuerzo educativo extraescolar.
Durante el acto de reconocimiento, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha expresado el sentimiento de solidaridad activa a todas las familias de las víctimas mortales provocadas por la invasión de Ucrania, un sentimiento que ha hecho extensible a las personas heridas, a las que han perdido su hogar, así como a quienes se han visto forzados «a dejar su país y el futuro con que soñaban». «Frente a este año de atrocidad, este encuentro representa un acto de reconocimiento a la solidaridad entre Ucrania y Euskadi. Esperanza frente a la desolación», ha declarado.
Tras manifestar «nuestro afecto, solidaridad y compromiso con Ucrania, y nuestro agradecimiento a la sociedad vasca y en particular a las familias acogedoras, así como al voluntariado de las asociaciones y de los grupos locales de acogida», el lehendakari ha mostrado el pleno apoyo del Gobierno Vasco a la UE y la comunidad internacional en «la exigencia de fin de la invasión unilateral y en la exploración de vías diplomáticas que hagan posible una paz justa».
