Fallece a los 41 años la camionera que puso de relevancia el papel de la mujer en el sector tras sufrir un derrame cerebral
Oti Cabadas, conocida como Coco Trucker Girl, sufrió un fuerte dolor de cabeza
J. F.
Lunes, 27 de octubre 2025, 16:59
El mundo del transporte se ha despertado con profunda consternación este lunes ante la noticia del fallecimiento de Oti Cabadas, conocida ampliamente en las redes sociales como Coco Trucker Girl. La camionera y figura pública, de 41 años, murió tras sufrir un derrame cerebral repentino durante el fin de semana.
Cabadas se encontraba en Motorland, Alcañiz, participando en una quedada de camiones clásicos y americanos cuando se sintió indispuesta el domingo. Tras notar un fuerte dolor de cabeza, pidió a su marido que tomara el volante del camión. Sin embargo, se desplomó antes de abandonar el circuito y, a pesar de ser trasladada en helicóptero a Zaragoza, no logró sobrevivir. Precisamente en una de sus últimas publicaciones explicaba que este martes tenía planeado un viaje de vacaciones cuyo destino pensaba desvelar ese mismo día para recibir consejos de sus miles de fans.
Son decenas los mensajes que están dejando éstos en sus publicaciones de los últimos días, con abundantes muestras de cariño y de incredulidad al conocer la noticia de su fallecimiento. «Sé feliz viajando entre las estrellas», «se va una sonrisa eterna», «ráfagas al cielo» o «te vamos a echar mucho de menos», son algunas de ellas.
Oti Cabadas, pasión y sonrisa al volante
Originaria de Galicia y operando con su camión desde Burgos por toda España, Oti Cabadas llevaba más de 15 años en la profesión. Su incursión en la carretera se dio después de que su pareja, también camionero, le presentara el oficio, una relación que ella describió como un «flechazo».
Oti se había consolidado como una de las figuras más queridas y relevantes del sector del transporte, logrando hacerse un hueco en un mundo históricamente dominado por hombres. Quienes la conocieron la definen como una persona optimista, auténtica y cercana. Su look característico, con el pelo rapado y los labios pintados de rojo, se convirtió en un símbolo en la carretera, un estilo que la marca Iveco, con la que colaboró en múltiples ocasiones, recordó como el «morrete rojo que dejó huella en todos nosotros».
El fenómeno Coco Trucker Girl
A través de sus perfiles, Oti acumuló más de 300.000 seguidores en plataformas como Instagram y TikTok. Desde allí, compartía su día a día en la carretera, transportando principalmente mercancía paletizada, como cerveza y alimentación. Su objetivo era humanizar el transporte, mostrando la libertad y la aventura del estilo de vida en cabina. No obstante, no romantizaba la profesión, abordando sin tapujos los problemas reales como las horas de espera, la soledad y la falta de áreas de servicio seguras para el descanso de las conductoras.
Como mujer en un sector donde solo el 2% de los camioneros son féminas en España, Oti superó prejuicios y se convirtió en un referente de empoderamiento. Colaboró en iniciativas para dignificar la profesión, como el Nanogrado de Transporte 4.0, e impulsó reivindicaciones cruciales, incluyendo la necesidad de una jubilación en el sector a los 60 años.
El legado de Oti Cabadas, quien siempre mostró la positividad de su sector pese a los momentos difíciles, seguirá guiando a la comunidad del transporte. Su mensaje para aquellas mujeres que se sentían atraídas por profesiones tradicionalmente masculinas fue claro y directo: «Animaría a todas las mujeres que sienten la llamada de una profesión mayormente ocupada por hombres, que no se pregunten si pueden hacerlo, que lo hagan, la satisfacción será mayor».
Deja parte de su sueño sobre ruedas por escrito, en un libro en el que Oti compartió su vida y su rutina, una labor que le acercó al mundo de la solidaridad ya que colaboró en campañas para recaudar fondos destinados a la Fundación Lukis, ONG que promueve la investigación, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades vinculadas a la mutación del gen STXBP1.
Amigos, familiares y compañeros se unen a la consternación en estos momentos duros, con la certeza de que su ejemplo permanecerá imborrable.