Un mapa para proteger los ecosistemas vascos
El Gobierno Vasco aporta 95.000 euros a la Cátedra Unesco de la UPV para preservar y difundir ese patrimonio natural
Euskadi es única por su riqueza natural y en un momento en que los ecosistemas están más en peligro que nunca conviene prestar atención a los agentes que los están perjudicando. El departamento de Medio Ambiente firmó ayer un convenio por el que aportará 95.000 euros a la Cátedra Unesco de Desarrollo Sostenible de la Universidad del País Vasco para que esta elabore mapas que midan la contribución de los ecosistemas vascos al bienestar humano con el objetivo de garantizar su preservación.
El consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, y la rectora de la Universidad del País Vasco, Nekane Balluerka, rubricaron ayer en un acto celebrado en al auditorio del Centro Carlos Santamaría de San Sebastián el convenio, que estará vigente hasta diciembre de 2020.
Para esa fecha, la Cátedra Unesco espera haber concluido el «mapeado» que evaluará los Ecosistemas del Milenio de Euskadi, con especial incidencia en la reserva de Urdaibai y en los espacios Red Natura 2000, que cuenta con 55 zonas de especial conservación y once parques naturales, es decir, un 27 % de la superficie total de la comunidad autónoma. Entre esas zonas a preservar se encuentra, por ejemplo, el litoral de acantilados desde Ulia hasta Jaizkibel.
Arriola indicó que una de las tareas de su departamento es hacer compatible la conservación de entornos vulnerables con el desarrollo sostenible, lo que implica luchar contra la «mayor amenaza medioambiental del momento, que es el cambio climático».
En esta tarea cuenta con la colaboración del equipo de la Cátedra Unesco que «aporta conocimiento y líneas de trabajo contrastadas» desde el «laboratorio a cielo abierto que es la reserva de Urdaibai», apuntó. El convenio, que dota de visión a medio plazo a los proyectos que ya realiza la Cátedra Unesco con el departamento de Medio Ambiente, tiene el propósito de «conocer con mayor precisión el impacto de las actividades humanas en el entorno natural y cómo conciliar en ese ámbito la protección de los sistemas con una explotación de los recursos que sea racional y respete la biodiversidad», indicó Arriola. Todo ello será «contrastado y puesto en común con equipos de científicos internacionales», apostilló.
El convenio busca conocer el «impacto de la actividad humana» en el entorno y hacer ambos compatibles
La red Natura 2000 y la reserva de Urdaibai serán dos tesoros ecológicos de especial protección
La actuación principal consistirá en la medición de los servicios que prestan los Ecosistemas del Milenio en Euskadi al bienestar humano «como fuente de abastecimiento de recursos, como factor de regulación ambiental y como fuente de conocimiento y disfrute de las personas», concluyó.
La directora de la Cátedra Unesco, Miren Onaindia, señaló que el proyecto trata de llenar el vacío que existe en el análisis de cómo el Medio Ambiente contribuye a un bienestar humano, ya que los ecosistemas no solo ofrecen alimentos sino «que protegen de la contaminación o constituyen un recurso de recreo y de inspiración», entre otras aportaciones.
En el caso del País Vasco, es un «espacio pequeño y muy fragmentado» con una alta densidad de población pero cuenta con una naturaleza «importante», relató. Para ello «lo primero que hay que hacer es un diagnóstico» mediante la elaboración de mapas de base que incluyen datos sobre diversidad de especies, pendientes, suelo, clima y cantidad de carbono en un ecosistema. En este sentido, explicó por ejemplo que en la reserva de Urdaibai la Cátedra Unesco ha detectado que el bosque mixto de robledal está muy fragmentado y se encuentra en extensiones pequeñas, por lo que requiere de una protección especial.
Por otra parte, la UPV ha puesto en marcha durante el último curso un total de 18 proyectos destinados a mejorar la sostenibilidad en el marco del programa Campus Bizia Lab, para la reducción de residuos, la compra responsable de materiales o el desarrollo de huertos urbanos.