El claustral Markel Ferro defiende las enmiendas. FERNANDO GÓMEZ /UPV/EHU

Las novatadas, falta muy grave

La UPV actualiza las sanciones a los estudiantes y permite realizar trabajos sociales como castigo para evitar la expulsión

Macarena Tejada

San Sebastián

Martes, 4 de julio 2023, 02:00

Los estudiantes de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) deben despedirse de las novatadas, el plagio o los fraudes académicos si no quieren ser ... expulsados durante un tiempo de la universidad. La nueva normativa de sanciones de los estudiantes, aprobada este martes por el claustro de la UPV, incluye estas prácticas, así como la discriminación, la violencia –tanto física como verbal–, la discriminación o el deterioro del patrimonio histórico y cultural como faltas muy graves, que pueden tener como consecuencia la expulsión durante un tiempo de las aulas. En otros casos, como el aprovechamiento del trabajo intelectual e investigador de otras personas, considerado una falta más leve, el castigo pasa por una amonestación privada, confiando en que esto sea suficiente para que no se repita.

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FRAUDE ACADÉMICO

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La modificación de esta normativa era ya necesaria debido a que la Ley de Convivencia Universitaria de 2022 derogó el Reglamento de Disciplina Académica de los centros de Enseñanza Superior, y daba el plazo de un año a las universidades para desarrollar lo previsto en la ley. El claustro ha aprovechado este momento para incluir como novedad los trabajos sociales. Las sanciones se clasifican en muy graves, graves y leves, y el nuevo reglamente incluye «la posible adopción de medidas sustitutivas a la aplicación de las sanciones, siempre que medie informe favorable de la Comisión de Convivencia», según explicaron ayer en una nota. Estas medidas abarcan acciones como «la prestación de la cooperación personal de la persona sancionada en actividades de utilidad universitaria, la realización de labores de apoyo o asistencia a las víctimas o a las personas ofendidas por los actos objeto de sanción o la asistencia a cursos de formación relacionados con los hechos sancionados», entre otras cosas. Son medidas de «carácter educativo o recuperador, siempre que la persona que ha cometido los hechos los reconozca y se tenga el consentimiento de las personas directamente perjudicadas por los mismos». Existirá también la opción de suspender el procedimiento disciplinario «en aquellos casos en que las partes hubieran manifestado su voluntad de acogerse al procedimiento de mediación y la Comisión de Convivencia hubiera decidido que resulta procedente» dar este paso.

La rectora, Eva Ferreira, valoró «positivamente» la aprobación de esta normativa y destacó el «consenso» logrado entre los distintos colectivos de la comunidad universitaria y, en especial, la participación del estudiantado, en una sesión en la que el Aldezle de la Universidad del País Vasco, Iñigo Urrutia, presentó la Memoria Anual de actividades del servicio, correspondiente al año 2022. El último año, 190 personas acudieron a este servicio y plantearon un total de 159 asuntos entre consultas, quejas y peticiones de mediación. De forma acumulada, desde la puesta en marcha del servicio Aldezle en la UPV/EHU han pasado por el mismo 1.297 personas, que han planteado 1.543 casos y 101 relatos de hechos.

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