Euskadi es la comunidad donde más ha crecido la tasa de alumnos extranjeros desde 2008

Si bien Euskadi no es la comunidad que más porcentaje de alumnos de origen extranjero tiene en sus aulas –le superan Cataluña, La Rioja, Aragón o Navarra, entre otras–, sí es la que mayor incremento de esa tasa ha experimentando desde 2008. En ese año la población extranjera en la CAV sumaba 142.484 personas, un 6,6% del total de habitantes. En los colegios, el número de alumnos inmigrantes era de 18.153, el 5,6% del total de estudiantes de Euskadi. En 2022 la población inmigrante residente en Euskadi alcanzó las 253.038, y en el presente curso el número de alumnos de este colectivo es de 33.216, un 9% de todos los matriculados, tal y como recoge el Informe sobre la Integración de los Estudiantes Extranjeros en el Sistema Educativo Español, promovido por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia. Este analiza el «grado de integración en el sistema educativo español del alumnado de procedencia inmigrante en comparación con el autóctono», con el objetivo de obtener información útil para seguir dando pasos hacia una educación igualitaria para todos los niños.

Eso es lo que se persigue en Euskadi, donde la integración de alumnos extranjeros y de entornos vulnerables se ha marcado como prioridad para el departamento de Educación, que esta misma semana ha publicado en el BOPV la orden para la admisión de alumnos de cara al próximo curso, que obligará a todos los centros –públicos y concertados– que reciben financiación pública a reservar plazas para alumnado vulnerable. En las matriculaciones para el curso 2022/23 se realizará una encuesta de vulnerabilidad a las familias, que constará de cinco preguntas en las que no se tendrá en cuenta la renta, y se establecerá un número de plazas mínimo en cada centro que reciba fondos públicos. Desde el departamento que dirige Jokin Bildarratz han reconocido que se han encontrado «situaciones complicadas» en la distribución de alumnos extranjeros y con los de un nivel socioeconómico bajo. No obstante, Gipuzkoa es el territorio vasco que mayor equilibrio presenta en el reparto de alumnos.

El aumento de estudiantes nacidos en otros países obliga a las comunidades a adaptar sus programas educativos para facilitar su integración. Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan alumnos nacidos en otros países es el idioma, más en Euskadi donde el euskera forma parte importante del programa escolar. Y en este sentido, los perfiles han cambiado mucho en los últimos 15 años. Si en el curso 2007/08 el peso de los alumnos nacidos en países de América del Sur era del 42% de media en todo el Estado, ese porcentaje bajó el curso pasado al 21%, en favor de los alumnos procedentes de África, cuya presencia se ha duplicado en este tiempo y ya suponen el porcentaje más elevado del alumnado extranjero en España, un 30%.

Ese alto porcentaje de africanos respecto del total de alumnos extranjeros también se da en Euskadi, donde en el curso 2021/22 era superior al 30%, al igual que aquellos que proceden de América del Sur y Central. Los alumnos procedentes de países europeos superan el 20%, mientras que los asiáticos son menos del 10% del total de inmigrantes matriculados.

En cuanto a las tasas de escolarización de la población extranjera, la media vasca se sitúa ligeramente por encima de la española (52% frente al 49%), pero sigue distando mucho de la tasa en personas autóctonas, que en Euskadi es del 74%, una «significativa diferencia pone de manifiesto la necesidad de políticas de integración en esta materia que favorezcan el acceso de los extranjeros al sistema educativo», indican en el informe.

Otro apartado que refleja las diferencias entre la educación de nativos y extranjeros es el porcentaje de alumnos según el nivel educativo. Así, las tasas de escolarización más altas se registran en educación primaria y ESO, tanto en nativos como en extranjeros, debido al carácter obligatorio de los mismos, aunque en el alumnado inmigrante se da un mayor número de repetidores y de niños que asisten a cursos inferiores al que les correspondería por edad, debido a las dificultades adaptativas. Sin embargo, esos porcentajes empiezan a bajar drásticamente en el alumnado inmigrante en cursos superiores, y ni qué hablar en la Universidad. Tan solo algunos ciclos de Formación Profesional (FP) mantienen la tasa de extranjeros. Esto confirma, señalan en el informe, «una mayor tendencia entre el colectivo de extranjeros hacia este tipo de ciclos formativos que, dada su mayor orientación hacia el mundo laboral, son preferidos a los estudios de bachillerato». De hecho, la tasa de escolarización de los extranjeros en FP básica es casi el doble a la de los nativos, aunque este colectivo no tiende a culminar su etapa educativa con estudios más avanzados.

Por otro lado, Euskadi destaca por ser la comunidad con la menor tasa de matrícula de extranjeros en centros públicos, un 70%, cuando la media española se sitúa en el 80%. A su vez, registra la mayor dispersión de alumnos inmigrantes en estos colegios según nivel educativo. Así, las tasas de infantil y primaria (78% y 74% respectivamente) se alejan sustancialmente de las de ESO (55%) y bachillerato (62%) que, a su vez, son las tasas más bajas de todo el territorio nacional. En cuanto al rendimiento educativo, los datos de PISA confirman que los estudiantes extranjeros presentan un peor rendimiento que los nativos, con una tasa de repetición del 50% a los 15 años.