Los colegios concertados vascos cobran las cuotas más altas de España, tras Cataluña y Madrid

El estudio lo elabora de forma periódica la consultora Garlic B2B. En esta edición, ha contactado con 20 centros vascos para solicitar información sobre las cuotas. La primera conclusión es que estos pagos son universales en Euskadi. El 100% de los colegios consultados realiza estos cobros a las familias, la mayor proporción del país.

Las líneas generales del informe coinciden con otro de EsadeEcPol, publicado en abril, que señalaba que nueve de cada diez centros concertados vascos cobran cuotas de cien euros al mes, de media. Aquel estudio era más amplio, ya que analizaba los datos de centenares de colegios.

El estudio de CICAE, en cualquier caso, se refiere a lo que identifica como «cuotas base», «cuya contraprestación es la enseñanza». Normalmente se denominan «aportación voluntaria» o «donación», pero lo cierto es que son de carácter obligatorio en el 95% de los casos analizados en Euskadi.

Cuando los investigadores preguntaron a los centros acerca de esta cuestión, recibieron contestaciones como la cuota «no es obligatoria pero al final todos la pagan puesto que, al ser socios del colegio, velan por la buena educación de sus hijos»; «es obligatorio, todos de momento deben pagarlo»; o «todos los alumnos lo pagan, es obligatoria». En el 5% de los casos, no obstante, los responsables de los centros aseguraron que las cuotas son voluntarias, aunque «son aportaciones que los padres hacen para mejorar el servicio».

Estos cobros vinculados a la enseñanza están prohibidos por ley desde hace décadas pero están muy extendidos. Se unen al cobro de otros conceptos como servicios psicopedagógicos, piscina, seguros, material escolar o la adquisición de dispositivos electrónicos (estos últimos, en general, no están financiados por la Administración, como sí sucede en la red pública). Sí está permitido, en cambio, que los centros cobren por servicios como el comedor, las extraescolares o la aportación al Ampa.

CICAE ha constatado que las cuotas son más caras en los centros educativos constituidos como sociedades mercantiles y como cooperativas, que incluso obligan a desembolsar «más de 800 euros», en algunos casos, para ser socio. Son aportaciones «elevadas», considera el informe. Los centros religiosos son los que cobran las cantidades más pequeñas a las familias, según el estudio.

El Departamento de Educación audita desde hace más de dos años las cuentas de los centros concertados para conocer la naturaleza de estos pagos. En paralelo, ha aumentado la financiación de la escuela concertada, con el objetivo de que los centros disminuyan proporcionalmente la cuantía de las cuotas, algo que ha sucedido en algunos casos pero no en todos.