El PNV amenaza con excluirse del pacto de Educación si no respeta el modelo vasco

En concreto, los nacionalistas han hecho llegar un documento a los miembros del grupo de trabajo en el que les indican que «no participarán en ningún Pacto de Estado que no garantice de forma clara el reconocimiento y respeto a la singularidad y derecho de Euskadi en materia educativa». Reclaman también que se «recoja la denuncia de toda injerencia e invasión al ámbito competencial de Euskadi», así como el «rechazo a los recursos que el Gobierno del Estado ha presentado ante normativas y decisiones de las instituciones vascas» relacionadas con la enseñanza y a la «uniformización y recentralización de la educación».

El Grupo Vasco remarca que Euskadi tiene competencia exclusiva en materia educativa «en toda su extensión, niveles y grados, modalidades y especificidades». Argumenta también que esa competencia está basada «no solo en el Estatuto de Autonomía sino, a diferencias de otras comunidades, a raíz de la Disposición Adicional Primera de la Constitución Española» que le capacita para «la elaboración, aprobación y ejecución de leyes modelo educativo propio».

Desde un principio, los nacionalistas se han mostrado reticentes a participar en este grupo de trabajo que tiene como fin último sentar las bases de la futura ley estatal de enseñanza. «No debe haber un solo modelo educativo en España», aclara el PNV en su escrito, aunque sí avala la «colaboración y coordinación institucional».

«La postura del Grupo Vasco ha sido crítica en cuanto a nuestra participación en la subcomisión y escéptica en cuanto a los resultados», señaló ayer el portavoz de Educación, Joseba Agirretxea. Insistió en que «si no se tienen cuenta los elementos previos» marcados, el PNV se quedará fuera.

Tras el grave conflicto que provocó la ley educativa del PP, la Lomce, que se encontró con el rechazo frontal de todos los partidos de la oposición y la mayoría de la comunidad educativa, el Congreso de los Diputados adoptó en sesión plenaria la decisión de crear una subcomisión con el objetivo de llegar a un «gran pacto de Estado social y político por la educación».

Los trabajos para consensuar el documento que sirva de base para una nueva ley educativa que sustituya a la Lomce comenzaron el pasado febrero y deben estar finalizados en abril, mes en el que se cumple el plazo dado por la Cámara. Representantes de todos los partidos del Congreso debatirán durante cuatro meses a puerta cerrada para comprobar si son capaces de alcanzar un acuerdo. Sería, de salir adelante, la primera norma educativa consensuada de la democracia.

Ningún partido se había desmarcado hasta ahora de las negociaciones, salvo ERC, que anticipó que asistirá a los debates como oyente, pero que no lo firmará. Los puntos que más se repiten son los cambios en la estructura del sistema educativo -duración de estudios, titulaciones, itinerarios-, la mejora de la formación del profesorado y del sistema de acceso a la profesión, las medidas para reducir el abandono escolar temprano y el fracaso escolar y luchar contra el «bullying», y los cambios en el currículo de la Lomce, entre otros para simplificarlo.