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Un alumno en casa durante el confinamiento E. PRESS
El impacto del coronavirus en la educación: Los alumnos vascos de la escuela pública perdieron el equivalente a un trimestre de aprendizaje por la pandemia y los de la concertada no
El impacto del coronavirus en la educación

Los alumnos vascos de la escuela pública perdieron el equivalente a un trimestre de aprendizaje por la pandemia y los de la concertada no

Un estudio realizado por Fundación Cotec para la innovación y el Centro de Políticas Económicas de Esade refleja el impacto del Covid en la educación y las desigualdades entre estudiantes en función de la titularidad del centro

Lara Ochoa y Alfonso Torices

San Sebastián | Madrid

Miércoles, 16 de marzo 2022

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El cierre de los centros educativos hace dos años debido a la pandemia del coronavirus ha tenido un impacto negativo en el aprendizaje de los alumnos vascos de la escuela pública, mientras que los de la concertada apenas han notado las consecuencias del confinamiento. Si un reciente informe precovid arrojaba los peores resultados académicos de los alumnos vascos en diez años, un estudio refleja ahora por primera vez la cuantía de la factura que ha dejado el Covid en el nivel educativo de los estudiantes. Los datos, que llegan en pleno debate sobre el Pacto Educativo, son cuanto menos preocupantes. La principal conclusión es que el coronavirus ha supuesto un retroceso de un trimestre para los estudiantes de la red pública -donde estudia el 52% del alumnado vasco-, mientras que casi no ha tenido efectos para los de la concertada.

El estudio elaborado por la Fundación Cotec para la innovación y el Centro de Políticas Económicas de Esade compara los datos de las pruebas externas de diagnóstico hechas por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (Isei-Ivei) a todos los alumnos de segundo de la ESO de Euskadi en marzo de 2021 -un año después de cierre de centros educativos con el primer estado de alarma- con la evaluación idéntica realizada a los estudiantes de este curso en 2019 y a los de cuarto de Primaria en 2017.

El chequeo indica que la pérdida de aprendizaje general de los alumnos vascos por la suspensión durante casi tres meses de 2020 de las clases presenciales supuso un retroceso de conocimientos equivalente a un 13% del curso, más o menos la cantidad de saberes que se adquiere en un mes y medio lectivo. Sin embargo, teniendo en cuenta la titularidad de los centros de estos alumnos, ese déficit se eleva al 30% para los estudiantes de la red pública y apenas es de un 2% para los de la concertada.

Matemáticas, la asignatura más perjudicada

El análisis aclara que la pérdida de conocimientos durante el primer año de la pandemia varió notablemente según la materia. Matemáticas fue la asignatura que más sufrió por el cierre de los colegios. El déficit general llegó al 25%, la cuarta parte de lo que se aprende en un curso, pero el retroceso fue significamente mayor en los estudiantes de la red pública. El informe refleja la pérdida de lo equivalente a medio curso (-54%) para ellos, por una caída del 7% para los alumnos de la concertada. En Euskera también se reflejan esas diferencias, con un déficit de un 26,8% en los centros públicos por un 6% de los concertados. En Lengua el retroceso de los alumnos fue casi inexistente (se recuperó sin problema) en ambos casos.

Pérdida de aprendizaje general

  • Red pública -30%

  • Red concertada -2%

Pérdida de aprendizaje en Matemáticas

  • Red pública -54%

  • Red concertada -7%

Pérdida de aprendizaje en Euskera

  • Red pública -26,8%

  • Red concertada -6%

Pérdida de aprendizaje en Lengua

  • Red pública -10,8%

  • Red concertada 6%

Los expertos creen que este mejor resultado de los centros concertados se debe a que los docentes tuvieron que hacer un mayor esfuerzo para justificarse ante unos padres que todos los meses pagan cuotas, a que los centros tienen una mayor autonomía a la hora de tomar decisiones en caso de imprevistos y a que llevaban ventaja en la docencia 'online' y la digitalización de centros y alumnos. A pesar de todo, Lucas Gortázar, director de Educación de Esade, explica que dentro de la red concertada «también hay bastante aumento de las desigualdades entre centros: los que iban bien en términos académicos antes de la pandemia resisten mejor, y los que iban peor, tienen mayor pérdida de aprendizaje».

El trabajo también recoge datos sobre el bienestar socioemocional de los alumnos durante la pandemia. La encuesta entre adolescentes vascos señala que los alumnos más desfavorecidos socioeconómicamente y con peor nivel de estudios previo a la pandemia son los que más deterioro sufrieron en su bienestar socioemocional.

Los expertos consideran que los resultados de evaluación vasca, la única realizada en España para determinar el daño escolar por el coronavirus, son, a grandes rasgos, válidos para el resto del país, pues todo el sistema educativo siguió una estrategia muy similar ante la crisis. Esta pérdida de aprendizaje , si bien es relevante, resulta inferior -cerca de la mitad- a la registrada en otros países de la OCDE. Los autores opinan que este menor impacto se debe a que las escuelas permanecieron cerradas menos tiempo que en otros países. «Los resultados muestran que la reapertura escolar del curso 2020/21 contribuyó a paliar parte de los efectos negativos del confinamiento de marzo de 2020 sobre los alumnos», concluye Gortázar.

Medidas y carencias

El análisis de Cotec y Esade se completa con otro documento, 'Políticas y prácticas para afrontar la pérdida de aprendizaje', un análisis de las líneas de actuación más comunes para revertir los retrocesos de aprendizaje por la pandemia adoptadas por las administraciones educativas españolas e internacionales y sus lagunas.

La mayoría de las administraciones coincidieron en reforzar la enseñanza en Primaria y Secundaria, tanto en Matemáticas como en Lengua, en prestar apoyo socioemocional a los alumnos, en atender a las familias y al entorno, y en ofrecer tutorías individualizadas y extraescolares complementarias. Entre los retos pendientes, el estudio destaca las carencias en evaluación y monitorización, en la formación de los docentes para atender a la diversidad, en medidas específicas para la FP, o en el desarrollo de prácticas inclusivas en los centros.

Ainara Zubillaga, directora de Educación de Cotec, destaca que «las iniciativas de refuerzo siguen funcionando principalmente en paralelo al sistema educativo y a la actividad de los centros, que tienen el reto de incorporarlas a sus prácticas». Zubillaga recuerda que la pérdida de aprendizaje vino acompañada de impactos socioemocionales en los alumnos, por lo cual «la dimensión del bienestar se revela prioritaria tras la pandemia y afortunadamente las políticas públicas empiezan a considerarla como tal».

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