Continúa ingresado en la UCI el hombre diagnosticado de rabia

Todo apunta a que la herida no fue bien limpiada después del incidente dados los signos de necrosis que presentaba aún a principios de la pasada semana, cuando esta persona acudió acompañado por su mujer y su hijo al hospital de San Eloy de Barakaldo tras sentirse mal, y fue ingresado.

Allí le sometieron a diversas pruebas. Los análisis indicaron que se trataba de un caso de rabia, el primero que se ha diagnosticado en Euskadi en más de 30 años. Ante la evolución de los síntomas y el empeoramiento de la salud del paciente, los facultativos decidieron trasladarle a la UCI del hospital de Cruces, donde sigue ingresado desde el jueves debido a su delicado estado de salud.

La rabia es una enfermedad con un periodo de incubación variable que puede alargarse incluso cerca de un año hasta que muestra los primeros signos de contagio.

El Departamento de Salud del Gobierno Vasco espera recibir a lo largo de esta semana los resultados del Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, para poder certificar si en las muestras tomadas al enfermo hay presencia del virus.

Se trata de un micro organismo que ataca al sistema nervioso y es mortal en casi la totalidad de los casos si no se actúa con rapidez. La contagian animales infectados a personas por medio de mordiscos o arañazos que causen heridas. Lo primero que hay que hacer cuando esto ocurre es lavarse intensamente la laceración.

Posteriormente, si se sospecha que el animal está infectado, es preciso suministrar al paciente un suero y aplicarle la vacuna antirrábica. Cuando ya se ha producido la infección, los primeros síntomas son fiebre, picazón en la zona de la herida, cambios en el carácter, agresividad, secreción excesiva de saliva y miedo inusual al agua.

Las personas que presentan estos síntomas tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir y las que lo hacen deben vivir el resto de su vida con graves secuelas.

«Riesgo creciente»

En España esta patología vírica fue erradicada a finales de los años 70, pero en Marruecos, por ejemplo, es endémica. África y Asia acumulan el 95% de las 59.000 muertes al año que causa la rabia en el mundo, la mayor parte de ellas en zonas rurales.

El cada vez mayor tránsito de personas, pero también de animales, es lo que ha llevado a los colegios de veterinarios vascos a reclamar que en Euskadi vuelva a ser obligatorio inmunizar a los perros contra esta enfermedad para evitar el «creciente riesgo» de contagio entre las mascotas. Insisten en que se trata de una medida para proteger la salud de las mascotas, pero también de la sociedad. En 2013 un perro que se contagió en Marruecos durante un viaje con sus dueños mordió semanas después a cuatro niños y a un adulto en Toledo.

Para evitar posibles sustos, los portavoces de los Colegios Oficiales de Veterinaria de las tres provincias vascas trasladarán hoy su petición a los representantes del Gobierno Vasco y de las tres diputaciones durante una reunión que se celebrará en Lakua. El País Vasco, junto con Cataluña y Galicia son las únicas tres comunidades españolas en las que no es preceptivo aplicar esta inyección a las mascotas.