Un premio Euskadi con muchas luces
«Hemos colocado a Donostia en el mapa internacional de la investigación», dice el físico del CFM Javier Aizpurua, galardonado por su trabajo en nanofotónica
«Me ha llamado hace una hora y media el consejero de Educación para decírmelo», responde Javier Aizpurua al otro lado del aparato. Desde entonces ... no ha hecho más que hablar por teléfono. «He llamado a mi pareja, a mi madre y a mi maestro y mentor, Pedro Etxenike, y luego he empezado a recibir llamadas. Ya he hablado con quince personas y ahora mismo veo que hay tres en espera».
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Lo que Jokin Bildarratz ha comunicado este jueves al investigador donostiarra del Centro de Física de Materiales de la UPV/EHU es que ha sido galardonado con el premio Euskadi de Investigación por su «excelente trayectoria investigadora y por la creación y dirección de un prestigioso grupo de investigación que se ha convertido en un referente internacional por sus excepcionales contribuciones en el campo de los fenómenos cuánticos en nanofotónica». «Es un reconocimiento muy especial para mí. Estoy muy contento, mi primera sensación ha sido de agradecimiento», dice Aizpurua,
Es un agradecimiento que le obliga a remontarse a los comienzos de su carrera científica. «Le debo mucho a mucha gente, empezando por los profesores de la universidad, los del doctorado, el apoyo del grupo de Etxenike, hasta mis postdoctorados en Suecia y Estados Unidos, continuando con la reincorporación en el DIPC. A nivel profesional siempre he tenido un apoyo brutal y anímicamente y también me ha respaldado toda la gentes que tengo alrededor».
Los cinco miembros del jurado, que han otorgado por unanimidad el premio a Aizpurua, también destacan «sus trabajos seminales en campos tan importantes como nanoantenas ópticas, plasmónica cuántica y también optomecánica molecular». «Sus aportaciones -añaden- se enmarcan en una tendencia a nivel mundial de transitar del nivel clásico al cuántico, prueba de lo cual sería, por ejemplo, el desarrollo de la computación cuántica».
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«Quién iba a pensar que nos iba a alumbrar de esta manera», dice el físico galardonado. El premio Euskadi es el fruto de un largo viaje profesional en el que Aizpurua ha estado acompañado por la luz, pero no una luz cualquiera. La que usan ellos en el laboratorio «es un poco especial». «No es la que viene directamente del Sol, sino que es una luz láser, con implicaciones tecnológicas, paquetes de fotones y luz cuántica. La usamos desde un aspecto un poco tecnológico».
«En el mapa internacional»
El investigador del CFM reemprende su viaje al pasado. Se remonta a la creación, hace 19 años, de una escuela de nanofotónica, «que es la interacción de luz y nanomateria». Fue un esfuerzo que valió la pena y rompió fronteras. «De alguna manera siento la satisfacción de haber generado un grupo de trabajo que ha tenido un gran impacto. Esa es quizás mi mayor satisfacción, haber colocado a Donostia en el mapa internacional de la investigación en nanofotónica. Por lo que nos dicen, hemos hecho el trabajo aparentemente bien. Nuestro grupo de teoría de la nanofotónica es conocido en todo el mundo por sus resultados científicos, por el impacto que tienen en la investigación de otros grupos».
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Aizpurua y su grupo han realizado durante los últimos años contribuciones científicas seminales en la descripción de los efectos cuánticos en nanofotónica que han dado lugar a un gran impacto internacional en la investigación de la luz localizada en dimensiones de unos pocos átomos, y han servido de referencia para cientos de grupos de investigación en todo el mundo. El investigador del Centro de Física de Materiales ha figurado varios años en la lista de los científicos más influyentes a escala mundial.
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