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Día internacional de la Mujer en la Ciencia

Las mujeres no rompen su techo de cristal en la ciencia

Cada vez hay más investigadoras en Euskadi, pero este aumento no se refleja en el escalafón. En los cargos de responsabilidad las mujeres desaparecen

Javier Guillenea

San Sebastián

Sábado, 11 de febrero 2023, 07:01

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En algún momento de la carrera científica las mujeres comienzan a quedarse atrás. Simplemente, muchas deciden no seguir adelante y se quedan donde están, trabajando en lo suyo pero sin subir peldaños hacia cargos de mayor responsabilidad. Esos los ocupan los hombres. Es un problema que se repite año tras año. El aumento de la presencia femenina en los estudios científicos no tiene un reflejo en lo alto de la escala laboral. Cuanto más se asciende menos mujeres hay.

Según el último 'Informe sobre la ciencia en Euskadi' elaborado por Ikerbasque, durante la última década el número de hombres y mujeres que han defendido sus tesis doctorales ha sido similar. Además, «el número de nuevas doctoras es ligeramente superior al de nuevos doctores en las universidades vascas en siete de los diez últimos cursos académicos».

A pesar de ello, el crecimiento de la población investigadora de Euskadi «no ha contribuido a reducir significativamente la brecha de género». Es por ello que en 2020 el porcentaje de mujeres con dedicación plena «apenas superó el 35%, sin una tendencia creciente perceptible en la última década y con un incremento de tan solo un 2% en los últimos quince años».

La brecha aumenta a medida que avanza la carrera investigadora. El informe de Ikerbasque constata que, «si bien el número de estudiantes de doctorado en los centros de investigación vascos de excelencia (BERC) y los centros de investigación cooperativa (CIC) es similar, son menos las mujeres que continúan en la ciencia después de obtener el doctorado y la mayor pérdida se da a la hora de consolidar posiciones estables y liderar sus propios laboratorios y grupos de investigación». Este es el llamado 'efecto tijera', según el cual hay menos mujeres entre el personal docente e investigador (PDI) cuanto más se asciende en la escala de reconocimiento académico y profesional. En la UPV/EHU el 75% de las cátedras están ocupadas por hombres.

Una carrera muy larga

«Es un problema de que la carrera académica es muy larga porque cuando acabas hay que hacer una tesis doctoral que lleva cuatro o cinco años y luego hay que empezar a buscar una plaza hacer un postdoc... Es muy larga la carrera y eso coge muchas veces a las mujeres en un momento en el que igual quieren tener hijos o ya les está empezando a tocar cuidar de personas mayores o enfermas, que son trabajos que parece que todavía están relegados a las mujeres. Quizás haya un momento en el que digan 'yo no puedo seguir, no puedo atender a 50 cosas a la vez, ya tengo mi puesto de trabajo garantizado y no quiero optar a algo que me puede obligar a tener otros compromisos'», explica Marta Macho-Stadler, matemática y editora del blog 'Mujeres con Ciencia', de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV.

El 54,02% de los alumnos matriculados en el área de Ciencias de la UPV son chicas, lo que no parece un mal comienzo. Esta ventaja femenina se desploma, no obstante, en los grados del área de Ingeniería y Arquitectura, donde las distancias son mayores. En estos estudios solo el 29,15% son chicas, aunque es un porcentaje que va subiendo poco a poco.

Hay más mujeres en Ciencias y aumentan en otras áreas, pero este avance oculta una tendencia preocupante en grados como el de Matemáticas, que siempre ha estado vinculado a la docencia. Aquí las mujeres han sido mayoritarias pero esto ha comenzado a cambiar. «El número de alumnas está bajando y el de alumnos ha subido bastante», dice Macho-Stadler. El motivo es que, con el auge de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, muchas empresas están buscando matemáticos. Donde antes había un futuro laboral en un centro educativo, ahora se abre un abanico de posibilidades. Y eso atrae al sector masculino.

«Los hombres huelen el éxito y van allí, pero no porque lo lleven en los genes, sino porque todo su entorno social les anima para que se atrevan a hacer cosas. En el caso de las mujeres es completamente distinto; normalmente se les inculca que no destaquen, que tengan cuidado. Parece que tenemos miedo a todo, que hay que ser prudente, y esto es un problema social muy grave. Son carreras muy vinculadas al presente y al futuro en las que no hay mujeres. Eso es muy malo para ellas y para la sociedad», sostiene Macho-Stadler.

Prestigio social para ellos, desarrollo personal para ellas

Un informe realizado por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa, Isei-Ivei, ha revelado que más del 25% del alumnado de 4º de Primaria y el 30% de 2º de ESO cree que las mujeres tienen menos posibilidades de ser jefas en una empresa o lograr un buen sueldo. El estudio, titulado «II Informe sobre la Igualdad de Género en la Educación Básica en el País Vasco», destaca que las oportunidades que se asignan a los hombres son las relacionadas con prestigio social y buenas condiciones económicas, mientras que las atribuidas a mujeres tienen que ver más con el desarrollo personal.

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