Basabizi se encarga de la recuperación de «600 animales» al año

En un entorno rural ubicado a las afueras de Urnieta, el equipo de Basabizi ha habilitado un refugio de protección de animales. «Recibimos especies casi todos los días», aseguran. Antes de acceder a las instalaciones encontramos una especie de cabaña que recibe a los nuevos inquilinos del centro fuera de horario. «Si se encuentra un animal malherido a las dos de la madrugada, se puede venir aquí y dejarlo dentro accediendo con un código. Mediante esta cabaña estamos operativos las 24 horas del día».

El edificio principal, revestido de madera, es una planta especializada para el cuidado de animales. Está equipada con un quirófano, un laboratorio y varias oficinas. También cuenta con compartimentos de tamaño reducido que acogen a los animales recién tratados para que inicien su recuperación. «Tenemos un búho blanco herido que se está recuperando de una operación». En otros habitáculos se pueden encontrar ratoneras o cárabos con neumonía, que es «la enfermedad más común» entre estos animales.

Estas pequeñas cajas están completamente adecuadas a las necesidades de los animales. «Es una especie de hospital personalizado», apuntan desde Basabizi. «Utilizamos este sitio para que empiecen a recuperarse de la operación. Empezamos con zonas pequeñas y luego los pasamos a superficies más amplias hasta dejarlos en libertad», explica una de las trabajadoras del centro. Esta rehabilitación progresiva es idónea para que los especímenes «desarrollen musculatura y habilidades» para volver a la libertad con la mayor seguridad posible.

Las instalaciones de Basabizi tienen varios hangares destinados a los animales que se encuentran en la última fase antes de volver a la libertad. Entre estos amplios espacios y los habitáculos pequeños pasan un tiempo muy valioso en espacios de tamaño medio. «Aquí es donde empiezan a recuperar habilidades esenciales como el vuelo o la caza. Les ponemos mamíferos pequeños vivos y muertos para que desarrollen de nuevo sus capacidades», expresa uno de los responsables del centro.

Basabizi inició su actividad en 2022 y desde entonces han atendido más de 1500 animales. El centro tiene el objetivo de «recoger, cuidar, mantener y recuperar los animales que se encuentran imposibilitados para sobrevivir en su entorno natural para luego devolverlos a su medio». Mayoritariamente, Basabizi atiende especies de aves – un 85% de los animales tratados – porque recogerlas es más fácil. «Si están heridas se quedan paradas. Los mamíferos, en cambio, tienden a esconderse cuando están cerca de morir», argumenta uno de los técnicos del centro.

Xabier Arruti, diputado de Equilibrio Territorial Verde de la Diputación de GIpuzkoa, ha visitado las instalaciones para hacer un balance de los dos primeros años de actividad de Basabizi. «Anualmente entran en el centro 600 animales, una cifra que se va incrementando gracias a la actuación de la ciudadanía que cada vez está más concienciada de la importancia de cuidar de nuestro entorno natural».

En el 60% de los casos, los animales se curan y son devueltos a sus medios naturales. «Cuando no son capaces de sobrevivir en la naturaleza se mandan al centro Basabide de Navarra para que sigan siendo tratados. Algunos animales exóticos tampoco son liberados porque son especies invasoras», aclara el diputado. Las razones por las que los animales llegan a Basabizi responden a heridas causadas por choques contra cristales, a enfermedades o a la incapacidad de alimentarse y sobrevivir porque todavía son crías.