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IRMA CUESTA
Sábado, 13 de enero 2018, 13:01
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Cualquiera que lo haya visitado cuando el frío y la nieve arrecian, sabe que, a primera vista, Tresviso parece deshabitado. Hay que acercarse un poco para escuchar el trajín de la gente y el ruido de los cencerros. Cuando uno llega a la meta, las ...
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