«Todavía es muy pronto para sacar toda la ropa de verano del armario»
La delegada de Aemet en Euskadi apunta que la marcada inestabilidad de esta primavera puede llegar hasta julio
JULIO ARRIETA
Lunes, 22 de mayo 2017, 12:15
La alternancia entre buen y mal tiempo que se ha dado estos días se mantendrá y probablemente marcará el primer tramo del verano. Así lo pronostica la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en el País Vasco, Margarita Martín: «Estamos en un carrusel, arriba abajo, arriba abajo, porque estamos en primavera. Y precisamente eso es lo que toca».
Y no. No es que el tiempo se haya vuelto loco. Pasa lo mismo que en cualquier otra primavera. Porque, de hecho, este es un año bastante normal. «No está siendo una primavera rara, aunque sí muy inestable», explica la experta.
El vaivén de cielos despejados y nubes que ha marcado estos días, que obliga a escoger entre el paraguas y las gafas de sol cada dos por tres, no tiene nada de anómalo y se explica por «lo propio de esta estación. Es decir, la sucesión de la entrada de masas de aire cálido norteafricanas seguidas de descensos de masas de aire frío y húmedo del Atlántico».
En primavera se da una situación intermedia entre la del invierno y la del verano. «La circulación del nor-noroeste propia del invierno empieza a retirarse y deja pasar a la del sur, que es la cálida norteafricana», que marcará el estío y que es lo «que hemos tenido hace unos días, que hemos llegado a alcanzar los 30 grados en Vitoria y los 29 en Bilbao». «Esto es lo normal», insiste la meteoróloga. Con esos vientos del sur seguidos de vientos del noroeste, con sus subidas y bajadas de temperatura, es como se presentan las galernas, «como la que tuvimos el 30 de abril o la del 5 de mayo». Ninguna de las dos fue importante y «llegaron a la categoría de galernas cogidas por los pelos».
Habrá lluvias
Todavía queda mucho carrusel por delante. «Hay gente que ya ha sacado toda la ropa de verano del armario y no ha seguido el consejo de hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo». Es un error, porque por ahora continuará la sucesión de bueno y malo. «Al calor de este fin de semana le volverá a suceder el frío», avanza Martín. Hoy lunes, «un frente frío recorrerá el Cantábrico de Oeste a Este». Habrá lluvias y le seguirá el anticiclón de Azores. «Las precipitaciones remitirán a lo largo del martes», pronostica Martín.
El famoso anticiclón «se quedará encima del Cantábrico, lo que nos garantizará el miércoles intervalos de nubes y claros», con más de las primeras que de los segundos en la costa y a la inversa en el interior. El jueves será un día «de esos sosos, con cielos más o menos variables, vientos flojos», detalla la meteoróloga. Y luego, vuelta a empezar. «Regresarán las bajas presiones, con sus frentes fríos a partir de los días 26, 27 y 28 de mayo». En resumen, aún es pronto para retirar el paraguas y guardar los chubasqueros.
Pronosticar el tiempo con precisión más allá de una semana es difícil. De hecho, tratar de hacerlo a escala muy local y para un plazo muy corto de tiempo es arriesgado «por encima de las 48 horas». A escala provincial «podemos manejarnos con unos cinco días». Por ello, Margarita Martín se acoge a la prudencia a la hora de plantear cómo puede ser este verano. «Es arriesgarse mucho. Pero la inestabilidad de esta primavera es manifiesta, y va a continuar. Es posible que el mes de julio siga siendo inestable», aunque agosto y septiembre «no se pueden predecir».
El cuadro que pinta la meteoróloga es el de un año bastante común. Sin embargo, la percepción popular es que en 2017 el tiempo está más loco que nunca. ¿Por qué? «Esta es una cuestión más relacionada con la psicología que con la meteorología», apunta. «Pero parece que tendemos a olvidar los recuerdos desagradables, entre ellos los relacionados con el mal tiempo». Y esa es una mentalidad opuesta a la del meteorólogo. «Lo que recordamos quienes nos dedicamos a esto son precisamente los episodios de mal tiempo. Tenemos presentes los datos reales y eso nos permite comparar y poner las cosas en su justa medida».