Mujeres escondidas
El miedo de sus caras, su desesperanza y su necesidad de estar escondidas dista mucho de las facciones más o menos serias de los políticos que estos días se agrupan en concentraciones
Ana Vozmediano
Sábado, 26 de noviembre 2016, 08:09
El domicilio del centro de acogida urgente para mujeres víctimas de la violencia de género con el que cuenta la Diputación de Gipuzkoa es secreto. ... La identidad de quienes viven ahí también, casi hasta la de las personas que trabajan para apoyar su escapada hacia la vida sin golpes, muchas veces acompañadas de sus hijos. Cada 25 de noviembre se hace hincapié en que todos somos esas mujeres, pero cualquiera que se acerque a ellas se dará cuenta que el miedo de sus caras, su desesperanza y su necesidad de estar escondidas dista mucho de las facciones más o menos serias de los políticos que estos días se agrupan en concentraciones.
Lejos ya de estos centros, muchas de ellas han salido del horror y del aislamiento y se enfrentan a las cámaras sin pudor, con unas miradas más llenas de vida aunque con el poso de una juventud machacada por un tipo que, además, era el majete del vecindario. "Yo tengo carácter... Cómo pudo tratarme así y yo aceptarlo?" Las mujeres escondidas o recién dadas a conocer se preguntan a lo canción de Sabina aquello de "¿cómo pudo sucederme a mí?".
Algunas de ellas puede que no sepan siquiera quien es Sabina porque su edad no llega a los veinte años. O no pasa de 25. Empezaron acosadas por unas llamadas de móvil que parecían de príncipe azul y que no eran más que la imagen tecnológica de los celos de una copla. "No salgas, no te pintes" es capaz de transformarlas en muñecas rotas, al principio orgullosas de tanto amor y luego asustadas de tanta posesión.
La Diputación ha presentado el primer plan foral contra la violencia de género que se augura novedoso. La prevención será su foco principal. No debe descuidarse la atención a las víctimas bajo ningún concepto y deben suprimirse conceptos judiciales como el de "regañina familiar" cuando se ven moratones, pero también es necesario pelear porque esas mujeres escondidas puedan salir a la luz para avergonzar a quienes tuvieron la osadía de ponerles su machismo encima.
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