«Prohibido beber agua en la calle»

Nadie duda de que Ibiza es desde hace décadas una de las principales mecas mundiales del ocio diurno y nocturno, para gentes de todas las edades y gustos. Pero la 'marcha' ibicenca es molesta para el turista que busca unas vacaciones de relax y no de desenfreno etílico o de discoteca ruidosa, y no digamos para los habitantes locales.

El ayuntamiento de la localidad de Sant Antoni, que está gobernado por una coalición de PSOE y Podemos, estudia poner en práctica una insólita 'ley seca'. A través de una nueva ordenanza de convivencia, el consistorio quiere que los viandantes no beban y molesten en plena calle, para lo que cual se plantean prohibir el consumo de todo tipo bebida en el espacio público. Pero no solo alcohol, como podría pensarse. También se vetará la ingesta de un inofensivo botellín de agua, incluso si el calor aprieta y las gargantas están sedientas. Eso sí, se permitirá consumir dentro de las terrazas de los bares y los establecimientos hosteleros.

Para que nadie pueda alegar el "no soy de aquí, y no lo sabía", el consistorio podría colocar carteles en diferentes idiomas para que todo el mundo esté informado y sepa a qué atenerse. Y que nadie se tome la normativa municipal a broma, pues las multas pueden llegar hasta los 750 euros. Esta medida ha causado un poco de perplejidad entre los agentes de la Policía Local, ya que alertan de que no es fácil identificar dentro de un recipiente si una bebida es alcohólica o no, algo que ha dicho entender el alcalde, el socialista Pep Tur.

Hasta ahora estaba prohibido el consumo de bebidas alcohólicas, pero ante la imposibilidad muchas veces de diferenciar si se trata de alcohol o simples refrescos nos hemos visto en la necesidad de adoptar esta medida ha explicado la edil de Gobernación Aida Alcaraz.

Los concejales del PP, que están en la oposición, ya han mostrado su negativa, no descartando que la posible normativa municipal podría llegar a ser inconstitucional.