
Lo bonito que pudo ser y no fue
Valladolid 3-Eibar 1 ·
El Eibar malogra otra nueva ocasión de eliminar a un rival que se benefició de la expulsión de Berrocal para remontar con holgura el madrugador gol de BautistaSecciones
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Valladolid 3-Eibar 1 ·
El Eibar malogra otra nueva ocasión de eliminar a un rival que se benefició de la expulsión de Berrocal para remontar con holgura el madrugador gol de BautistaDel éxito al fracaso hay una delgada línea por la que el Eibar hizo equilibrismos hasta que se se dejó los dientes, la moral y ... buena parte de sus opciones de lograr el ascenso por la vía rápida ante un rival directo que agonizó tras el madrugador gol de Bautista, pero que supo aprovechar la expulsión de Berrocal antes del primer cuarto de hora para revolverse tras el descanso y abrir en canal a los armeros.
Pudo ser tan bonito, que resulta casi imposible digerir el dolor por un lamentable desenlace final de consecuencias imprevisibles. Porque lo que pareció ser un golpe certero que amenazó con enterrar con un equipo pucelano aterrorizado y silbado por su propia afición, acabó con una escuadra azulgrana rendida ante su suerte, relegada a seguir en la cuarta plaza malogrando la inmejorable posibilidad que se le había presentado de abrir una brecha de hasta seis puntos frente al nutrido grupo de perseguidores que habían fallado al unísono en sus respectivos compromisos.
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Pero es que además de alimentar las opciones del mismo aspirante que ya le arrebató la plaza de ascenso directo que dejó escapar en Alcorcón hace dos años, Joseba Etxeberria pierde por sanción a un Berrocal que ya ha visto cuatro rojas en este curso, así como a Tejero, uno de los cuatro titulares que estaba apercibido. Y aún hay que esperar para saber el alcance de la lesión que obligó a Stoichkov a pedir el cambio en los primeros minutos de la segunda mitad.
La clave y la culpa de que el Eibar se diluyera como un azucarillo tras el descanso recae en la falta que Berrocal se vio obligado a hacer a Sylla siendo el último defensor para evitar que el senegalés se adentrara en solitario en el área. El jerezano, que había protagonizado el robo de balón con el que Nolaskoain facilitó la exitosa incursión de Bautista, se llevó las manos a la cabeza, consciente de que condenaba a su equipo a disputar 80 minutos largos con uno menos.
Y aunque el conjunto azulgrana aguantó con firmeza las embestidas de un Valladolid que se adueñó por completo del control del juego y de los tiempos, el arranque de la segunda mitad se llevó por delante a los Etxeberria.
Pese a que recompuso su defensa sacrificando a un exiguo Aketxe para dar entrada a Venancio y reforzando con Ríos Reina un lateral izquierdo en el que Cristian había sufrido lo indecible, los mil y un córners que los armeros regalaron a un equipo experto en sacar partido a sus acciones de estrategia acabaron cavando su propia tumba. Porque fue así, tras un saque desde el banderín de córner cómo Messeguer elevó el empate al marcador al anticiparse a Arbilla para agujerear de tacón la portería armera.
Pero lo peor estaba aún por llegar. Mientras los eibarreses seguían lamentándose por su desdicha, Salazar aprovechó una pérdida de balón de Matheus para abrirle a Sylla un pasilllo por el que se coló hasta la cocina tras quitarle el delantal hasta a Luca Zidane.
Otros dos minutos de una caraja absoluta que no es nueva, y que permitieron que el Valladolid resurgiera de sus cenizas y lograra poco después un tercer tanto que les abrió la puerta de la esperanza para pelear por tratar de igualar el golaverage favorable a los azulgranas gracias al 5-1 que se produjo en la ida.
De hecho, eso fue de lo poco positivo que se puede extraer de la fallida visita al Nuevo Zorrilla, al margen de la pegada recuperada por Bautista tras dos partidos consecutivos sin marcar. Lamentablemente, el duodécimo gol del errenteriarrra en la presente campaña no sirvió para evitar que Joseba Etxeberria y los suyos se carguen de presión de cara al inédito partido que le espera en Ipurua el próximo sábado (16.15 horas) frente al Eldense que ya fue capaz de ganarle (2-1) en el Pepico Amat en la tercera jornada de competición.
Sin olvidar tampoco que después tendrá que afrontar dos choque consecutivos lejos de su feudo, donde ayer la escuadra armera sufrió su primera derrota como visitante en la segunda vuelta, aunque ya es séptima que acumula desde que arrancó la competición. La tirita que taponó la sangría que había provocado el Burgos antes de la victoria ante el Villarreal B se ha soltado y ahora el Eibar necesita puntos de sutura.
Aunque no pudo disimular su decepción por lo ocurrido en el Nuevo Zorrilla, Joseba Etxeberria sí realizó todo un ejercicio de contención para no evidenciar el enfado por la gran oportunidad que ha vuelto a dejar escapar su equipo. «Es una pena perder un partido así, que habíamos afrontado con tantas ganas y de manera tan positivo. Cuando las cosas se complican no es fácil reaccionar», lamentó. «Es una sensación mala, porque veníamos a por el partido. Hasta la expulsión era el plan que veníamos a hacer. El empate nos ha hecho mucho daño». Solo queda levantarse y volver a andar. «Debemos volcarnos en los diez partidos que quedan empezando por el que nos espera el sábado en Ipurua ante el Eldense. Tenemos que volver a levantarnos y mirar hacia adelante».
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