Pleno de fuerza hacia el ascenso
El Eibar se apunta su tercer triunfo consecutivo en una semana gracias a un gol otorgado a Nolaskoain que Matheus mandó directo a portería desde el córner
Boom! Da igual si fue Matheus el que marcó un gol olímpico antológico desde el banderín de córner o Peru Nolaskoain el que se queda con la gloria de haber anotado el tanto de la victoria. Lo que importa es que el Eibar se apuntó este domingo su tercer triunfo seguido en una semana que se presentaba temible, pero que le ha terminado de catapultar a lo más alto de la tabla por primera vez en lo que va de campeonato, a la espera de lo que haga este lunes el Alavés.
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La escuadra azulgrana ha venido a dar el gran golpe de efecto que necesitaba para demostrar que va muy en serio a por el ascenso precisamente cuando peor le estaban yendo los resultados tras ceder dos empates ante los gaalitos Las Palmas y Alavés y una derrota en Cartagena que incluso le habían descabalgado de las posiciones de play-off.
Pero una vez más, el equipo armero hizo de la unión su gran virtud y, gracias una gestión del esfuerzo remarcable por parte de Gaizka Garitano y a la gran calidad que ha demostrado tener en todas sus líneas, ha llegado a la recta final de una primera vuelta que cerrará el domingo (19.00 h.) en casa del Levante con más fuerza y más convicción que el resto de los candidatos.
Eibar
Stoichkov (Javi Muñoz, m. 56), Corpas (Yanis, m. 56), Nolaskoain (Sergio, m. 56)Tejero (Correa, m. 82), Bautista (Blanco-Leschuk, m. 82).
1
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0
Oviedo
Borja Sánchez (Marcelo, m. 61). Mangel (Borja Bastón, m. 73), Viti (Hugo Rama, m. 74), Obeng (Luismi, m. 84).Gol
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Gol: 1-0 (m. 69) Peru Nolaskoain cabecea bajo palos un saque de esquina de Matheus que apuntaba a convertirse en gol olímpico.
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Árbitro: González Francés(comité canario). Amonestó a Vadillo, al entender que simuló un penalti, así como a Matheus en la prolongación, y al visitante Lucas por una falta al extremo gaditano.
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Incidencias: Décimo partido de la temporada en Ipurua, que reunió en sus gradas a 5.078 espectadores, entre ellos un nutrido grupo de seguidores ovetenses.
Propuesta variada
Por mucho que las victorias mitiguen el cansancio y los dolores que puede provocar disputar tres partidos en ocho días, el preparador azulgrana confió en las buenas vibraciones que le trasladó su equipo en la segunda mitad del choque ante el Oviedo para incluir en su once a Correa, Imanol, Matheus y Blanco-Leschuk, cuatro de los cinco jugadores que revolucionaron el juego armero que condujo a la remontada en Burgos. Y no contento con eso, también prescindió de Nolaskoain para devolver la titularidad a Sergio, que había disputado de inicio todos los partidos hasta que Garitano le concedió descanso en El Plantío, y además dejó en el banquillo a Stoichkov y Corpas, para situar el el flanco derecho a Yanis, que no dispuso de ni un minuto en la jornada anterior tras haber vuelto al once en las dos citas precedentes.
Lo que sí cambió fue el esquema que puso en liza el técnico, puesto que apostó por formar un trivote en la medular con Javi Muñoz de nuevo en la media punta, ante una nueva ausencia de Aketxe, que a diferencia de Venancio, tampoco se recuperó a tiempo del esguince de tobillo que le trae de cabeza desde finales del mes de septiembre.
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Pero aunque el choque arrancó con cierto dinamismo, con una ocasión fallida de Enrich y una rápida respuesta del Eibar con un disparo desviado de Javi Muñoz tras recibir un buen centro en la frontal del área de Imanol, los dos equipos se dedicaron más a impedir que el rival pudiera llegar a territorio contrario que a proponer.
Eso diluyó el espectáculo y menguó las ocasiones hasta que una chilena de Enrich invalidada por fuera de juego, que por si acaso Luca Zidane se encargó de despejar, activó a un cuadro eibarrés que se pudo marchar al descanso con ventaja si el meta ovetense no hubiera tenido los reflejos suficientes para repeler un remate de espuela de Leschuk.
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Viendo que la banda derecha no funcionaba y ante la necesidad de meter una marcha más frente a un rival que daba por bueno el empate, el preparador azulgrana no tardó ni cinco minutos de la segunda mitad en sacar las cartas más incisivas que se había reservado bajo la manga. Y el efecto fue inmediato.
Aunque Blanco-Leschuk no consiguió dar en la diana en las dos grandes ocasiones que lanzó sus cuchillos antes de dejar su plaza a Bautista, el Eibar se abalanzó sin piedad sobre la portería astur y su insistencia encontró la ansiada recompensa a través, como no, del balón parado. Un arma que está resultando casi infalible en las últimas citas, gracias a la precisión de jugadores como Vadillo en Burgos, o el brasileño Matheus, que tras rozar el gol olímpico en el primero de los dos córners que botó de forma consecutiva, a la segunda la clavó con la ayuda de Nolaskoain, que se quedó con los honores al cabecear el lanzamiento bajo palos.
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