El árbitro al que se le fue el control del partido
JESÚS GUTIÉRREZ, HISTORIADOR
Domingo, 26 de mayo 2024, 08:19
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JESÚS GUTIÉRREZ, HISTORIADOR
Domingo, 26 de mayo 2024, 08:19
Hasta la década de los ochenta, y tras la desaparición de la sección de fútbol de la JD Arrate, el único club con actividad de ... fútbol en la villa era el Eibar. A partir de la categoría infantil, los mejores jugadores del Torneo de Txantxazelai y posteriormente del Anexo de Ipurua pasaban a ser parte de la cantera del Eibar, mientras el resto normalmente dejaba la práctica del fútbol. Por ello, eran muchos los niños que, pese a querer seguir jugando, no tenían opción de hacerlo ante la falta de oferta.
Ante esta situación, en las décadas de los ochenta y los noventa comienzan a surgir clubes que empiezan a competir en categorías inferiores o que, en otra variante, crean equipos para competir directamente en categorías regionales. Así nacerán, entre otros, clubes como el Amaña, Gazteak o el Beti Sutan. Los ejemplos más evidentes son clubes que, nacidos en esa época, siguen actualmente en funcionamiento, trabajando con constancia por el fútbol eibarrés desde la base hasta categorías regionales, como es el caso del Urki y el Eibartarrak. Además de ser importante entonces la ampliación de la oferta, otro factor clave fue el inicio del fútbol femenino en ambos clubes.
En 1992, el Gazteak comienza su participación en Segunda Regional, y milita en esta categoría hasta 1999, el año del peculiar ascenso a Primera Regional. El 22 de mayo de ese año se desplaza a Bera de Bidasoa y a los eibarreses entrenados por Juanito López les bastaba un punto para lograr el ascenso, parecía un objetivo sencillo. Pero desde el principio el partido, lleno de tensión, se convierte en un despropósito. El Gazteak había pedido a la Federación Guipuzcoana de Fútbol un árbitro neutral, pero al parecer su solicitud no fue atendida. Las expulsiones fueron cayendo contra el Gazteak; el reglamento dice que, para que se pueda seguir jugando un partido, un equipo debe tener en el campo como mínimo siete jugadores, por lo que no se contabilizan las expulsiones de los suplentes.
En el minuto 12 del segundo tiempo, el Gazteak ha sufrido diez expulsiones y el árbitro suspende el partido aplicando el reglamento y dando por perdido el partido a los visitantes. El problema añadido es que las sanciones disciplinarias impedirán a buena parte de los jugadores disputar los siguientes partidos, decisivos para el ascenso a Primera Regional. Los eibarreses alegan que el árbitro carecía de experiencia para un partido de estas características y que solamente tenía 18 años, mostrando una actitud que definieron como «estaba como un flan». Esta derrota impide al Gazteak el ascenso directo, pero sigue existiendo la opción de subir vía la promoción frente al Groseko.
Así, en el Donostia, los eibarreses son derrotados por 5-3, con una alineación repleta de jugadores juveniles ante las sanciones a los jugadores de la primera plantilla, y en la vuelta, en Unbe, el Gazteak gana por 3-0 al Groseko donostiarra, partido en el que el Gazteak consigue por primera vez en su historia el ascenso a Primera Regional, y en las siguientes temporadas militarán siete campañas en esta categoría y otras seis en Segunda Regional hasta la desaparición del club en 2012 tras veinte años de existencia.
En cualquier caso, el famoso partido de 1999 en Bera de Bidasoa, el equipo dirigido por Juanito López, con las diez expulsiones, quedó en el recuerdo de todas las personas que lo vivieron.
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