Ipurua se sume en una profunda depresión
Plano. ·
Un Eibar sin alma en ninguna de sus líneas colapsa por completo en su casa ante un Elche que sacó a relucir todas las carencias que Joseba Etxeberria no está logrando enmendarCuando la afición de Ipurua despide con silbidos al Eibar en su estadio no está recriminando a su equipo por sufrir una derrota ante el ... Elche, porque es algo que entra dentro de lo probable ante un rival directo que además venía con la flecha para arriba. Lo que de verdad indignó a los seguidores es ver como los jugadores pulularon por el césped sin alma y sin garra.
Y, claro, si ven que su incondicional apoyo tampoco surte efecto para compensar la pésima dinámica que los de Joseba Etxeberria arrastran como visitantes, es de lo más normal que la desesperación acabara inundando las gradas tras la segunda derrota de la campaña en casa.
Lamentablemente, los primeros minutos en los que el Eibar pareció tener la valentía y la ambición que había reclamado su técnico no se vieron acompañados del acierto necesario tras dos opciones que no concretaron ni Xeber, a pase de Bautista, ni Madariaga. Sergio Álvarez también desperdició un mano a mano que el portero visitante desbarató. Pero es que el Eibar aún dispuso de otras dos opciones a cargo de Nolaskoain y Madariaga.
Semejante misericordia por parte de un equipo que no está para regalar nada propició que el Elche emergiera para encarrilar un triunfo que brindar a su afición en una jornada que debería haberse suspendido tras la catástrofe en Valencia.
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Ese extra de motivación que Eder Sarabia había pedido a sus jugadores se concentró en el cabezazo con el que Agustín Álvarez batió a Fuzato sin que ninguno de los centrales, y en especial Arambarri, el encargado de marcarle, aparecieran por el área pequeña para impedirlo.
Pasa que cuando estás sujeto por un hilo, cualquier empujón desestabiliza. Justo después de que el meta rival fuera capaz de repeler un cabezazo de Madariaga que habría supuesto lograr el empate poco antes del descanso, una rápida transición ilicitana fue culminada por Mourad para elevar el 0-2 al marcador al rematar también sin oposición un excelente servicio de Yago.
Otra casa tras el descanso
Ante este desolador panorama, Etxeberria que por primera vez en la campaña había dejado a Arbilla sentado en el banquillo, trató de encontrar en su banquillo el remedio que pocas veces está llegando desde ahí. Aunque sus jugadores salieron con otra cara tras el paso por vestuarios sin tener más que perder, el Eibar se mostró como un equipo plano.
Porque salvo el pequeño ramalazo de ambición que mostró Guruzeta al poco de volver a reaparecer en la Liga tras caer lesionado en la sexta jornada ante el Almería, así como por un disparo envenenado de Corpas que Dituro frustró de nuevo, esta vez con la ayuda del palo, el pulsómetro que vigila la función cardíaca del conjunto azulgrana reflejó un más que preocupante descenso de pulsaciones. Así que aunque todavía no se ha llegado al punto de que el preparador elgoibarrés tenga que utilizar el desfibrilador para resucitar a los suyos, sí que necesita llevar a cabo un cataterismo para liberar la obstrucción que padecen todas las arterias del equipo, puesto que hace ya tiempo que las pruebas de esfuerzo que viene realizando evidencian que la sangre no circula con fluidez por ninguna de las venas del equipo. Tanto es así que la fase más comprimida del calendario se ha saldado con la sonrojante eliminación copera ante la UD Logroñés, además de las tres derrotas ante el Mirandés, Málaga y el Elche, por la pírrica victoria ante el Cádiz.
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