Otro quiero y no puedo que lastra

La mala suerte que acompaña al conjunto azulgrana de cara al gol desde hace ya más de un mes se cebó en especial con un Jon Guruzeta que vio como su ahínco por estrenar su casillero de goles se estrellaba contra el poste en la mejor de las variadas ocasiones que dispusieron los locales.

Sin goles que llevarse a la boca, el Eibar sigue sin saber lo que es ganar desde que el pasado 27 de septiembre se impuso en el derbi ante la Real Sociedad B, y a las dos derrotas sufridas en sus dos últimos desplazamientos a Ceuta y Las Palmas, añade un tercer empate consecutivo que lastra su pretensión de escaparse de la zona de peligro.

Y por si fuera poco, la batalla a cara de perro con el Leganés se cobró una lesión en la rodilla izquierda de Marco Moreno, que se retiró cariacontecido al inicio de la segunda mitad, aunque el hecho de que se retirara por su propio pie permite albergar la esperanza de que no sea muy grave.

Pero es que además, también Guruzeta tuvo que pedir el cambio, en su caso por unos tirones producto del inconmensurable esfuerzo que hizo el donostiarra por conseguir como fuera el gol que condujera al Eibar al ansiado triunfo que tanto se está resistiendo en las cinco jornadas consecutivas que acumula sin ganar.

Dos piezas básicas en el libreto del entrenador donostiarra que podrían caerse del tablero precisamente cuando más se condensa el calendario ante la irrupción de la Copa, con el partido que el miércoles le llevará a viajar hasta Haro para enfrentarse a la ilusión de un Náxera que comparte grupo con el filial en Primera RFEF.

Pensando más en la cita del sábado (21.00 h.) en Almería, San José no se guardó nada en su afán por volver a la senda del triunfo en casa.

Tras la fallida experiencia vivida en Las Palmas con Arambarri disfrazado de lateral izquierdo, el preparador armero se dejó de experimentos y, aunque tenía a Álvaro ya recuperado a su disposición, apostó por colocar en esa plaza a Corpas, que no retrasaba su posición precisamente desde que el donostiarra se hizo cargo del banquillo armero y ledevolvió a su posición natural en el extremo.

Un previsible cambio de guión que condicionó también su propuesta ofensiva, en la que más allá de la presencia de Xeber Alkain situado en la plaza del jienense, lo verdaderamente remarcable fue que, por primera vez en lo que va de temporada, el entrenador azulgrana alineó a Martón y Bautista. juntos, aunque no revueltos, puesto que el navarro salió escorado en la banda izquierda con Guruzeta ejerciendo de enlace con la punta de ataque en lugar del sacrificado Magunazelaia.

Tras un inicio apurado con un Leganés que demostró que iba a ser cemento armado, Guruzeta lideró la ofensiva que el Eibar emprendió por tierra mar y aire.

Pero si Soriano figura junto a Magunagoitia como los porteros con mejor índice de paradas por partido, es por intervenciones como la que firmó primero para desviar al córner un disparo seco de Xeber Alkain ajustado al palo corto, y acto seguido la parada que se inventó para atajar el intencionado cabezazo de Guruzeta.

Y tras comenzar la segunda mitad con un amago de infarto ante un cabezazo picado de Naím que Jonmi atajó que temple y seguridad, la escuadra armera reanudó su asedio, con el aparente revulsivo que buscó San José al realizar sus cinco cambios antes que nunca.

El Eibar interpretó un monólogo que sí arrancó los aplausos del respetable, pero sin llegar a conseguir su objetivo, frustrado por el portero rival y el poste que rechazó un disparo de Guruzeta.