El Eibar resurge y se reengancha a la pelea

Unidos contra las adversidades, la plantilla azulgrana sigue haciendo frente a una plaga de lesiones que se cebó con Imanol para convertirlo en una nueva víctima, precisamente en un partido en el que Garitano tampoco pudo contar con Ríos Reina por razones que el club no especificó.

Y aún así, los armeros, que formaron con Troncho en el flanco habitualmente ocupado por Corpas y con Stoihckov más adelantado en punta, fueron capaces de contener el fogoso inicio de un Lugo que se negaba en redondo a morir sin pelear. De hecho, fue el joven canterano el que protagonizó las ocasiones más peligrosas de un equipo eibarrés que sufría más de lo deseado, hasta que un disparo desde la frontal de Javi Muñoz impacto de lleno en la mano del central exarmero Pantic.

Mientras el árbitro fue a comprobar la acción al monitor del VAR, Stoichkov, convencido de que el trencilla terminaría señalando lo que era evidente, colocó el balón en los once metros y, aunque el meta local adivinó sus intenciones, no pudo palmear el disparo que ajustó al poste derecho de la portería defendida por Whalley.

El Eibar podía haber disfrutado de la tranquilidad que parece estar vetada esta campaña de no ser porque el remate que Nolaskoain realizó escasos instantes después a la salida de un córner se estampó en el poste en lugar de colarse en la portería.

Y para colmo, justo antes de llegar al descanso, el colegiado expulsó a Javi Muñoz por una entrada en plancha sobre Andoni López en un acción en la que trató de controlar un pase en lago mientras se daba la vuelta sin darse cuenta de que el defensa lucense estaba justo detrás. Una acción casi calcada a la que le costó la expulsión al jugador del Leganés Juan Muñoz en su duelo ante la UD Las Palmas, mientras que al canario Jonathan Vieria se le anuló la tarjeta roja inicial que le mostró el colegiado por una supuesta agresión que se quedó en amarilla. Decisiones arbitrarias que en el caso del mediapunta madrileño le impedirá ser de la partida el viernes (21.00 h.) ante el Villarreal B.

Con la rabia aún sin masticar, el Eibar encaró la segunda mitad con el aliciente de tener que defender un botín lleno de doblones de oro y, pese a tener que disputar todo el segundo asalto con un jugador menos, el equipo supo poner la pausa y el temple que exigen estos partidos repletos de tensión.

Esta vez, los cambios introducidos con el paso de los minutos por el preparador vizcaíno sí ejercieron de revulsivo, en especial el de Jon Bautista, que vio premiada su fulgurante salida en sustitución de Stoichkov con el tercer tanto que anota el exfutbolistas de la Real Sociedad esta temporada tras los dos anteriores que había firmado. El primero frente al Granada en la quinta jornada y ante el Ibiza, allá por el 10 de octubre.

A la espera de lo que el resto de sus rivales directos sean capaces de rascar, al menos el Eibar ha sabido levantarse tras caer a la lona para dejar patente que no se le puede descartar de la pelea por conseguir el objetivo que se le escapó el año pasado.