Todo un chollo para los anfitriones

Por mucho que el sol luciera este domingo en La Rosaleda, el Eibar no tuvo las luces suficientes para evitar su tercera derrota de la temporada lejos de Ipurua ante un Málaga al que le bastó con aprovechar su primera llegada peligrosa para conseguir el gol que le reportó el triunfo. Sin mostrar capacidad para responder al golpe en los más de 75 minutos restantes, el conjunto armero se convirtió en todo un chollo para un anfitrión que aprovechó la visita de los armeros para dar carpetazo a una dinámica de seis partidos consecutivos sin ganar.

Porque lo más inquietante en sí no fue que el equipo boquerón marcara a las primeras de cambio aprovechando una de las pocas concesiones que realizó una zaga armera a la que no se le puede reprocar mucho más que esa concesión inicial. Lo que resulta verdaderamente turbador es que el equipo de Joseba Etxeberria careció de variantes técnicas para dotar de argumentos a una propuesta ofensiva en la que Bautista se volvió a quedar solo con el brazo arriba pidiendo una palabra que no se le concedió.

Y para colmo de males, además de quedarse con las manos vacías antes de estrenar el miércoles (20.00 h.) su participación copera ante la UD Logroñés en Las Gaunas, la expedición eibarresa retornó a casa con la preocupación de conocer el alcance de la lesión que obligó a Matheus a dejar el terreno de juego cuando el árbitro estaba a punto de pitar el final de la primera parte.

Pero fue al inicio, y aún con el jefe de la sala de maquinas a pleno rendimiento, cuando se empezó a fraguar el quinto revés sufrido por los azulgranas en los 12 partidos consumidos hasta la fecha.

Y eso que, en esta ocasión, Joseba Etxeberria se contuvo más que en las anteriores citas a la hora de llevar a cabo las necesarias rotaciones que viene exigiendo el comprimido calendario de estas últimas semanas. Porque si ante el Cádiz optó por introducir ocho novedades que sí sirvieron para mejorar la endeble apariencia que venía mostrando en citas precedentes, esta vez solo realizó tres cambios que apenas alteraron la fisonomía del equipo.

No sorprendió tanto que Arbilla volviera al once como que Chema, titular en los tres últimos partidos, se quedara fuera de la convocatoria, en tanto que también resultó llamativo que Madariaga ocupara la mediapunta en lugar de un Antonio Puertas al que el técnico quiso conceder un pequeño respiro. Para cubrir los flancos recurrió a Merquelaz y Xeber, dejando como siempre la punta de ataque en manos de un Bautista que se ha quedado como el único jugador de la plantilla eibarresa que puede presumir de haber jugado todos los partidos como titular.

El brasileño llegó a despejar el peligroso centro de un Kevin Medina que se había deshecho de la presión del lateral jienense, pero nada pudo hacer para impedir que el remate de Larrubia con la punta de su bota se colara en su portería ante el baldió intento de Arbilla por evitarlo.

Tras apenas 15 minutos disputados, los azulgranas se veían cargando con una pesada piedra en la mochila que no les dejó moverse con ligereza.

De hecho, solo Corpas tuvo arrestos para acercarse de nuevo a los dominios del guardameta boquerón hasta que Xeber Alkain puso a prueba sus reflejos con un remate que Herrero atrapó adornando su intervención con unapalomita.

El ímpetu inicial que Nolaskoain mostró nada más cubrir la vacante que había dejado su compañero alimentó la esperanza de ver a un conjunto armero más ambicioso y agresivo en su afán por lograr rescatar al menos uno de los tres puntos en liza.

Pero de primeras se encontró con que el árbitro fue a revisar al monitor una mano del zumaitarra dentro del área que finalmente no señaló al estimar que había existido una falta previa en la pugna que mantuvo con Larrubia.

El tiempo corría y, pese a que las estadísticas de posesión favorecían a los eibarreses, un disparo de Corpas desde fuera del área quedó eclipsado por la doble ocasión que Fuzato desbarató al repeler un remate de Kevin Medina y después el posterior rechace que recogió Dani Lorenzo.

Al Eibar le quedó una última ocasión a la que aferrarse como un clavo ardiendo, pero el cabezazo de Sergio Álvarez a la salida de un córner que Manu Medina le sacó bajo palos.