Cerrar el año en lo más alto, un reto de Primera

El cartel colgado a la entrada del castillo granota anuncia un espectacular duelo en las alturas entre una escuadra armera recién catapultada a la primera plaza tras completar una semana memorable con tres victorias consecutivas ante Huesca, Burgos y Oviedo, y un Levante que, tras superar un renqueante inicio que le llevó a rondar las plazas de descenso, llega imparable, con el incontestable triunfo conquistado en el estadio del Alavés como tarjeta de presentación.

En medio, solo un punto de separación y mucha calidad en las filas de dos plantillas diseñadas para retornar a Primera, que tras una dinámica irregular, han conseguido llegar al ecuador de la competición metidos en la pomada del ascenso.

Tras haber resuelto de manera impoluta la fase más comprimida del calendario pese a las bajas acumuladas, el equipo eibarrés llega este último partido del año con todos los efectivos a su disposición a excepción de Berrocal, por lo que Gaizka Garitano dispone de más alternativas que nunca para confeccionar un once de gala. Si algo ha podido comprobar el de Derio en los tres partidos disputados en solo ocho días, es que todas las armas de su arsenal funcionan a la perfección, por lo que queda por saber si se lanzará al ataque con toda la pólvora o si se decanta por reforzar su retaguardia para protegerla de los embistes granotas.

Y por lo que se puede desprender de las declaraciones realizadas por el técnico vizcaíno antes de partir rumbo a Valencia, el Eibar no quiere despedirse del liderato a las primeras de cambio, aunque el preparador azulgrana lo considere «anecdótico» por la igualdad que preside la competición y por lo mucho que falta para llegar al final.

En cualquier caso, sabe que ganar es lo único que garantiza mantenerlo, aunque avisa de que «cuando juegas con equipos de este tipo tienes que hacerlo todo perfecto, tanto en la fase de repliegue, como con la fase de balón. Tenemos que tratar de ser nosotros, con nuestra identidad».