Caluroso adiós a Semillas Elósegui
La fundación Cristina Enea celebró una visita guiada a 'la tienda de la remolacha'
ELI KORTA
SAN SEBASTIÁN.
Martes, 10 de diciembre 2019, 07:40
Una remolacha de zinc en la fachada coronando el escaparate de la tienda ha identificado durante décadas a Semillas Elósegui, un comercio centenario y ... singular de la Parte Vieja donostiarra que bajará definitivamente su persiana el día 31 de este mes. El motivo del cierre de este histórico establecimiento especializado en semillas, productos hortícolas y legumbres a granel es que su dueño, Juan Sebastián Elósegui, se jubila y no hay relevo generacional.
Ante este adiós, son muchos los clientes, vecinos y amigos que han querido despedirse. La fundación Cristina Enea, concretamente desde el área de Haziera que promueve el intercambio de semillas ecológicas de cultivos hortícolas de variedades locales, organizó una visita guiada y despedida a esta emblemática tienda.
El dato
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105 años han pasado desde la fundación de Semillas Elósegui. Su actual dueño, Juan Sebastián Elósegui, se jubila. La tienda la abrió su abuelo.
Los asistentes que acudieron a la cita dinamizada por Marc Badal el pasado martes por la tarde, además de charlar con su dueño sobre la evolución del tipo de clientela y los productos que más éxito han tenido y que han permitido sostener el negocio a lo largo de los años, pudieron repasar la historia de este tradicional comercio muy vinculado al mercado de La Bretxa.
Durante el encuentro también reflexionaron sobre la evolución de los mercados de la ciudad. Tal como apunta Badal, «lo que se pierde con Elósegui es una tienda en el corazón de la ciudad que mantiene un modelo tradicional, pequeño, con un vendedor muy conocedor de su oficio y de la horticultura».
Lamenta además que desaparece «una seña de identidad donostiarra en pleno proceso de homogeneización cultural y comercial de una parte vieja en rápida transformación».
En este contexto, la artista Eva Villar ha querido rendir su particular homenaje a Semillas Elósegui a través de una intervención en colaboración con otros creadores. Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto 'Exposición por cese', que pretende poner en valor las tiendas tradicionales ligadas a la historia y a la cultura local que se ven abocadas a clausurar sus negocios como consecuencia de los nuevos hábitos de consumo. Se trata de una acción de denuncia con la que abren un espacio de reflexión crítica en torno a este asunto y que se ha llevado a cabo con el apoyo del departamento de Cultura de Diputación y de la Federación Mercantil de Gipuzkoa.
El jueves, inauguración
Así, este jueves a las 19.00 horas inaugurarán la exposición, que recoge el trabajo de Jon Cazenave, María Cueto y Jaime de los Ríos. Además, a las 20.00 horas Myriam Pérez Cazabón y Leire Otamendi bailarán una pieza de 20 minutos. La exposición se podrá ver este viernes y sábado de 10:30 a 14:00 y de 16:30 a 20:00.
Según avanza Villar, son «tres artistas que de formas diferentes dialogan con la naturaleza y con la memoria, imaginando formas de vincularnos al entorno más atentas y respetuosas». Cazenave trabaja diversos lenguajes fotográficos y lleva varios años experimentando con la cianotipia, una de las primeras técnicas de impresión fotográfica que se realiza sin la mediación de una cámara. Por otro lado, la propuesta de Cueto forma parte de 'Constelaciones vegetales', una serie de esculturas suspendidas en el aire que muestran el contraste entre el mundo orgánico y el orden geométrico.
La obra que presenta De los Ríos, experto en software y hardware libre, es una metáfora de la colonización del ámbito digital sobre los elementos tradicionales, de modo que contrapone los objetos tangibles, los comercios, frente a los elementos intangibles, digitales, haciendo alusión a las tiendas virtuales.
Ante este caluroso adiós, Juan Sebastián Elósegui se muestra emocionado y expresa su profundo agradecimiento a su clientela «por la confianza depositada durante tantos años». Reconoce tener ganas de descansar y desconectar, aunque no oculta la nostalgia que siente por el cierre de este negocio familiar que levantó su abuelo hace 105 años y al que él se ha entregado desde los 21.
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