Los campeones quieren mantener la corona

Producto nacional!, puede leerse, con signo de admiración que enfatiza la expresión incluido, en la página web de la firma castellonense Hermanos Caballer Pirotécnicos. No es un reclamo casual, sino una afirmación que los sitúa en el universo de las empresas de pirotecnia que fabrican todo lo que lanzan.

Los Hermanos Caballer se llaman Jorge y José y, como el apellido indica, forman parte de la amplia constelación familiar que tiene un origen común y múltiples galaxias. Algunas se ha apagado, pero otras siguen brillando, en manos de las nuevas generaciones. La de estos dos biznietos de Vicente Caballer Calatayud, que dio origen a la saga cuando fundó Pirotecnia Caballer en 1881 es una galaxia relativamente joven y muy luminosa.

Nació con el milenio, y desde 2001 han ido creciendo, ofreciendo, además de productos de producción propia, espectáculos cada vez más grandes y más ambiciosos. De su moderna fábrica situada en la localidad castellonense de Almenara destacan la combinación entre la tecnología más avanzada y segura y el toque artesanal que imprimen a sus productos. Son muy conocidos en la Comunidad Valenciana, donde destacar no es fácil, y también son habituales en grandes eventos, como la inauguración del Wanda Metropolitano.

Se definen como una pirotecnia «joven, dinámica e innovadora, capaz de realizar cualquier evento, con sistemas digitales muy modernos y fiables. diseños modernos y arriesgados». Todas esas cualidades les llevaron a ganar la Concha de Oro en su debut, el pasado año, compitiendo mano a mano con otra gran pirotecnia de Castellón, Peñarroja. Este año han venido a revalidar el título que consiguieron el año pasado y a seguir creciendo como proyecto con personalidad propia.

Dado que la marea alta se comió la playa, el público pudo disfrutar de un remate digno de la 55 edición desde un paseo de La Concha peatonalizado, y no muy concurrido. Hoy también estará libre de coches para la clausura piromusical.