El cañonazo de Semana Grande, una tradición reciente pero arraigada
El cañonazo que anuncia el inicio de la Semana Grande es un acto que apenas tiene un cuarto de siglo de historia
Las fiestas patronales se suceden en numerosas localidades durante la época estival. El verano invita a relajarse y a disfrutar, y en muchas ocasiones las ... festividades locales invitan a ello. Unos festejos, que suelen tener un arranque singular y multitunidario, bien con el lanzamiento de un cohete, la llegada de algún personaje (es el caso de Celedón en Vitoria o Mari Jaia en Bilbao), o un cañonazo, tal y como sucede en San Sebastián. Actos que para muchos ciudadanos consideran 'tradicionales', aunque nada mas lejos de la realidad.
Pese a su halo de tradición, el cañonazo que anuncia el inicio de la Semana Grande donostiarra se lanzó por primera vez en 1993. Aquel verano se anunció que habría una sorpresa para dar comienzo a las fiestas. Días antes, se desveló que seria un cañón el encargado de abrir la Aste Nagusia. Pero las expectativas generadas fueran tan altas, que aquel primer disparo sono a poco. 'Cañonazo light', tituló El Diario Vasco, porque «el arranque festivo frustro la gran expectacion que se había creado». Pese a la acogida, el cañonazo se asentó como inicio de la semana... pero con mas pólvora.
Para encontrar el origen de esta fórmula que inaugura las fiestas, hay que remontarse a algunos años antes. En 1991, la Cofradía Vasca de Gastronomía organizó la primera edicion del 'Gaztelu Eguna' en el castillo de Urgull, una fiesta que recuerda la batalla entre las tropas francesas y angloportuguesas, que en 1813 terminó con el incendio y destruccion de la ciudad. El Batallón de Honores de la cofradía, con Luis Mocoroa al frente, y con un cañón, protagonizó este acto.
Esta conmemoración dio pie a un grupo de ciudadanos a pensar que un cañonazo podría ser un buen comienzo para las fiestas. Y así se lo propusieron al Centro de Atraccion y Turismo, que se puso en contacto con los miembros de la Gastronómica, que aceptaron la propuesta.
Así, desde 1993, el presidente de la sociedad, Luis Mocoroa, se convierte cada agosto en referente para el arranque de la Semana Grande y arropado por un batallón de medio centenar de soldados ingleses y franceses da el pistoletazo de salida a la Semana Grande.
Sin embargo, tras 26 años prendiendo la polvora, Luis Mocoroa el año pasado cedió la mecha para abrir la fiesta al tambor mayor de su compañía, Elías Arruebarrena, que desde este año será el encargado de dar fuego al cañón.
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