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El toro que todo lo vio rojo en la plaza

El toro que todo lo vio rojo en la plaza

En la última de la Feria dos toros se rindieron antes de tiempo pero dos caballos hispano árabes se lucieron

BEGOÑA DEL TESO

Miércoles, 16 de agosto 2017, 08:01

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El público aplaudió fuerte antes de que El Juli, Perera y Talavante iniciaran el paseillo. Aplaudió con ganas, algunos hasta puestos en pie cuando en el ruedo solo estaban los alguacilillos, Pedro Odriozola e Iñigo Osua. Eran la máxima autoridad sobre el albero y cumplían su cometido de inspeccionar que maderas, burladeros, estribos, arena, callejón estuvieran en perfectas condiciones, los tercios (de origen masónico, cuenta la leyenda) bien marcados y las salidas expeditas.

Como era la última de la feria de Illunbe 2017, los alguacililllos se tomaron su tiempo en la inspección. Entre otras cosas para lucir la doma de sus monturas, ‘Jotero’ y ‘Cabriola’, magníficos ejemplares tordos rodados, hispano árabes con esencias cartujanas. Hasta la tarde cuarta, era ‘Jotero’ el que se mostraba más airoso, con una doma cuidada y soberbia mientras a ‘Cabriola’, la yegua, se la veía más recogida, más modosa. El 15 de Agosto, la yegua torda se destapó como el caballo orgulloso y bien domado que es. Nunca sabremos si aquellos intensos aplausos eran para los cartujanos o para los reales visitantes de Illunbe.

A ‘Andaluz’ todo aquello le importaba bien poco. El negro mulato que abrió plaza con un peso de 595 kilos era un manso de libro, un toro rajado y huidizo que hubiera dado cualquier cosa para no estar en la plaza el día de la Asunción de la Virgen. Le venía igual escapar hacia corrales que hacia presidencia. Escarbaba como queriendo asustar pero todos sabíamos que eso es señal de rendición adelantada. Ymira que de hechuras era apretado y cerradito. Y que Barroso, de grosella y oro, le clavó la puya bien arriba y Fernando Pérez le dejó tan en su sitio con un solo capotazo que el público aplaudió serio. Y esta vez no hubo duda: celebraba el buen hacer del torero de grana y plata aunque mirar miraba el terno mercurio y plata de un gran peón, Soler.

‘Andaluz’ no calibró que tenía delante a un gran lidiador que no da tregua a sus toros. El Juli le plantó la muleta delante del morro y durante toda la faena le embebió en ella sin dejarle mirar a ninguna otra cosa. No le permitió tocar la franela pero le cerró toda posibilidad de huida. A los 12 minutos de lidia sonó un aviso. ‘Andaluz’ no se enteró. Cuando le llegó la muerte, incluso entonces, andaba distraido.

‘Culpable’, que era colorado ojo de perdiz listón y bocidorado, secundó en casi todo a su hermano. A pesar de que pesaba 90 kilos menos. Tiraba las manos para adelante porque además de rajado acusaba falta de fuerzas. Se discutió en los tendidos si la estocada de Perera (de oro y verde oliva) era mejor o peor que la de El Juli (la una baja, la otra trasera) pero no que los dos anduvieron exquisitos en los quites, dejando unas revoleras muy muy particulares con las manos muy caídas.

‘Mijero’ era solo medio pariente de ‘Andaluz’ y ‘Culpable’ porque venía no de Garcigrande sino de la ganadería casi hermana de Domingo Hernández pero, colorado listón desteñido, actuó como ellos dos. Peor incluso porque en el último tercio se volvió peligroso e imposible. Sus astas fueron las que en el sorteo (una bola roja y cinco blancas) celebrado en la mañana en presencia del ganadero y las diversas autoridades competentes resultaron elegidas para ser analizadas en los laboratorios, un análisis que tiene mucho de la vigilancia anti doping llevaba a cabo por los ‘vampiros’ del ciclismo.

Se acabó Illunbe 2017. Cerró la plaza un castaño claro que medio salvó el honor de los habitantes de la finca salmantina de Garcigrande y Juarros porque humillar, humilló y no se rajó. Se acabó la Feria de Donostia pero, exceptuando Morante, la mayoría de los toreros que en ella han participado no se perrmiten ni una jornada de descanso. Talavante llegó a Donostia desde Bèziers (Rosellón francés) a donde había acudido desde Málaga, plaza a la que regresaría nada más salir de Illunbe. Roca Rey cogió un avión a las pocas horas de triunfar en San Sebastián porque hoy torea en Perú (en la plaza de Huamachuco) en un mano a mano nunca visto: el otro torero es su hermano Fernando. Después de ese enfrentamiento tan fraternal volverá a cruzar el charco pues tiene cita firmada en el coso de La Malagueta para este sábado.

Viajan largo y rápido los toreros y sus cuadrillas. Tanto que acaban por reconocer que, como las estrellasas de rock o del soul muchas veces no saben si están ante el toro en Vista Alegre de Bilbao o en VistaAlegre de Madrid...

Acabó Illunbe 2017 pero el viernes se celebra la segunda novillada de la Feria de Deba. Cuatro hermosos novillos de San Lorenzo de Tamames para Fernando Plaza (ganador de El Zapato de Plata en Arnedo) y Manuel Diosleguarde (hace un mes que triunfó en La Maestranza). Será el sobresaliente José Manuel Serrano. Hace nada pactó con sus padres que si aprobaba el bachillerato ellos le matricularían en la Escuela de Tauromaquia de Salamanca. Dicho y hecho: ya ha toreado por Castilla.

Se acabó Illunbe. Empieza Bilbao con ese cartel soberbio de Fandiño vestido de torear con el lauburu bordado en oro sobre azul. Se acabó la Feria donde debutó una ganadería con futuro de toro, El Parralejo y comprobamos que los toreros mexicanos, mejor de dos en dos.

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