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¿Será la mano, será el cachirulo o será la cazuela de barro?
'Las Mañicas' ganaron el concurso Aste Nagusia de Merluza en salsa verde, cuyo podio fue exclusivamente femenino
m. imaz
Jueves, 15 de agosto 2019, 23:08
La merluza en salsa verde es cosa de mujeres. No es una frase sexista, ni un micromachismo deleznable. Es una simple constatación, ceñida, eso ... sí, a la segunda edición del concurso Aste Nagusia de Merluza en salsa verde, que tuvo lugar este jueves en la calle Matia y culminó con un podio íntegramente compuesto por mujeres. Para los aficionados a esta actividad festiva, que a nada que siga creciendo tendrá presencia todos y cada uno de los días de la Semana Grande, hoy toca menestra de cordero en Amara, y pasado marmitako en la plaza de Gipuzkoa. Tal vez vuelvan a ver en esas modalidades a alguna de las parejas que cocinó ayer en el Antiguo, porque ya está tomando cuerpo un selecto grupo de cocineras y cocineros -muchos de ellos de sociedades- que le tienen cogido el punto al recetario festivo.
Once parejas se animaron a convertir en cazuela de premio la cola de merluza de kilo y medio que, junto con 18 almejas y el resto de los ingredientes básicos (ajo, cebolla, aceite, perejil, vino blanco, harina...) puso a su disposición Super Amara, patrón de los desafíos gastronómicos de Semana Grande. No hemos olvidado el caldo. Ese ingrediente, junto con los utensilios, lo debían llevar de casa los concursantes. Algunos también llevaron chorizo, sidra, tortilla de patata, pan o sidra para consumo propio.
«Parece mentira que con los mismos ingredientes se hagan platos tan diferentes»
Nada más comenzar el cocinado, a menudo pasado por sirimiri, empezaron a brotar los primeros debates. El ajo, ¿bien picadito, en láminas o por dientes enteros, de dar gusto y retirar? La cola, ¿en rodajas o en lomos? En esta cuestión intervino hasta Luis Mokoroa, de la Cofradía Vasca de Gastronomía, que habrá quedado exento de encender el cañón, pero se pasa la Semana Grande catando, deliberando y compartiendo su saber culinario. El caso es que, según aclaró Mokoroa, lo tradicional ha sido la rodaja, con su espina central, su piel... Lo que pasa es que nos hemos vuelto un poco tiquismiquis con las espinas, y vamos tendiendo hacia los lomos, más limpios. De todo hubo en las cazuelas que el jurado evaluó teniendo en cuenta el punto, el sabor, el color y la presentación.
Otro tema que también suscitó un interesante debate fue el pil-pil pero, al final, lo que contó fue la mano. «Parece mentira que con los mismos ingredientes se hagan platos tan diferentes», decía un miembro del jurado. Las ganadoras, las 'mañicas' Irene Asensio y Elena Navarro, tenían, además de mano, dos particularidades: sendos cachirulos al cuello y una hermosa cazuela de barro. En segundo lugar quedaron las 'Sisters Labaka', Maite y Nieves, y terceras fueron dos jóvenes cocineras, Jana Maeso y Sandra Arenas, que llamaron a su equipo 'Nos comemos el mundo'.
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