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Luminoso bamboleo con la niña de fuego
Crítica | Concierto de Bebe ·
Antes de salir a escena sonó por megafonía 'La niña de fuego', maravilloso clásico flamenco de Manolo Caracol que ya rescató el cineasta Carlos Vermut ... para la banda sonora de 'Magical Girl' (2014). Tras casi hora y medio de concierto, la despedida corrió a cargo de otra pieza mítica, el 'Bamboleo' de los Gipsy Kings. Entre ambas canciones enlatadas, muy representativas de lo que aconteció el viernes noche en Sagüés, Bebe insertó una veintena de temas propios en los que se mostró incandescente, muy dinámica y siempre luminosa, con un repertorio orientado a la superación de la adversidad y al disfrute sin complejos.
El concierto
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Fecha 16/08/2019
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Lugar Explanada de Sagüés (Donostia)
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Asistencia Más de media plaza llena
La extremeña no congregó a la muchedumbre que días atrás lograron reunir artistas como Hombres G o Lola Índigo, pero como sucedió la víspera con Álex Ubago, la explanada estaba medio llena cuando abrió la función con 'Sécate esas lágrimas', cantada desde un sillón filipino como el que popularizó 'Emmanuelle', el clásico del cine erótico de los 70. En su retorno a la plaza en la que ya actuó en 2010, Bebe le puso garra, sensualidad y gracejo a un show que prosiguió en clave funk con 'Men señará', de su disco de debut 'Pafuera telarañas' (2004), del que también extrajo 'Siempre me quedará', que mezcló aires de rap y reggae.
Al inicio se apoyó en una formación básica de guitarra y batería a la que sacó gran partido, pero para entonces la banda ya era quinteto con la incorporación de un teclista y un bajista que ampliaron el espectro sonoro. «¿Dónde estabas cuando te llamaba?», se lamentó en 'Me fui', otro conocido éxito de pop aflamencado que figuraba en 'Y.' (2009), su segundo álbum. Uno de los trabajos que más revisitó fue el cuarto y último publicado hasta la fecha, 'Cambio de piel' (2006), del que sonaron 'Tan lejos, tan cerca', intensa pieza con gran protagonismo del piano, y 'Que llueva', más festiva y colorista.
Los ritmos latinos se infiltraron en el escenario a partir de 'Diferentemente iguales', planteada como una carta de amor a Iberoamérica; 'Mi guapo', en la que declaró que sin los hombres «la vida sería un coñazo», y el reciente single 'Corazón', un infeccioso reggaetón escrito por el colombiano Bull Nene que anticipó cuáles podrían ser los futuros pasos musicales de Bebe. Exhibió su flow picantón en 'La bicha', dedicada a todas las féminas del lugar, y se puso el traje de rockera agresiva en 'Chica precavida' y 'Qué carajo', en la que terminó haciendo volar sobre su cabeza el micro que tanta guerra le dio.
Tras 'Con mis manos' regresó la fiesta flamenca con 'Como los olivos', en cuya mitad intercaló los versos de 'Razones'. En ese momento estaba previsto el bis, pero la artista prefirió no romper el ritmo y continuar sin pausa con 'Respirar', en la que subrayó un mensaje: «Lo que no te mata te hace implacable». Se mostró interesada en la técnica del irrintzi y preguntó el significado de los gritos «Gora borroka feminista!» que arreciaron antes del 'K.I.E.R.E.M.E.' que fusionó con 'Yo fumo', muy rockera e incorrecta en estos tiempos de prohibiciones a mansalva.
A muchos les sorprendió que no cantara su gran himno contra la violencia machista, 'Malo', cuya ausencia hizo pensar en la polémica que protagonizó hace poco al opinar que las mujeres «pierden mucho tiempo y energía» con su lucha. «No soy machista ni feminista», llegó a decir. Una sentencia cuando menos sorprendente para alguien que desde sus inicios ha defendido el empoderamiento femenino en letras como la de 'Ella', que sí sonó antes de despedir la juerga con 'Pa mi casa'. Fue la última canción de una actuación que concluyó con la fogosa Bebe abanicándose y bamboleándose al son de los Gipsy Kings ante un público animadísimo y con pocas ganas de enfilar el camino hacia el hogar.
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