Igor Obeso, el único soplador de vidrio de Euskadi
Lleva 22 años dedicándose a un oficio en vías de extinción entre nosotros, pero «en auge en otros países como Francia»
paula munguía
Sábado, 17 de agosto 2019, 10:42
La Feria de Artesanía de Semana Grandeenclavada en la plaza Clara Campoamor se abre cada día a distintos artistas y artesanos. Ayer tuvo el ... privilegio de recibir a Igor Obeso, el único soplador de vidrio que queda en Euskadi, y uno de los pocos que quedan en el Estado, donde no llegan a la decena. Aprendió el oficio en Francia y en otros países de Europa para poder montar su propio taller de vidrio soplado, que actualmente se encuentra en Irún.
«En España es un oficio en decadencia, a diferencia de lo que ocurre en otros países como Francia, Holanda o Estados Unidos, en los que está en auge. De hecho, hay carreras universitarias y masters en torno al vidrio soplado», explicaba . «La gente puede estudiar y formarse para dedicarse a esto, algo impensable en España», añadía.
«En Francia, Holanda y EE UU hay carreras universitarias y masters de vidrio soplado»
Los artesanos llevan años aprovechandola Semana Grande para dar a conocer su trabajo
Desde su taller el hondarribiarra trabaja para diseñadores, decoradores y artistas, para los que elabora las obras que le encargan. «Por costumbre no solemos trabajar fuera del taller, pero cuando nos llaman para participar en actividades como esta nos animamos a salir a la calle para dar a conocer nuestro oficio», contaba Igor.
Sin lugar a dudas, es una disciplina que despierta mucha curiosidad entre los ajenos a este mundo. Se pudo comprobar ayer en la demostración que el artista ofreció durante la feria, ante un público que le mirada impresionado mientras soplaba el vidrio. «Impresionante». Esas eran las palabras que susurraba una mujer que, sin perder de vista cada movimiento, sacaba su teléfono móvil para grabar el proceso.
En cuanto a su elaboración, el proceso comienza en un horno de fusión que se calienta a 1.250 grados aproximadamente. En él se introduce una mezcla compuesta por sílice con carbonato y un fundente, y eso se convierte en vidrio. Todo ello está en un recipiente que se encuentra en estado líquido esperando a que los sopladores espiren aire con las cañas de soplar para darle forma.
Otros artesanos
Además de las demostraciones puntuales, plaza Clara Campoamor desprende arte por todas las esquinas. Auténticos artesanos aprovechan la Aste Nagusia de Donostia para mostrar su trabajo al público. Entre ellos estaba Idoia Amunarriz, que ha conseguido hacer de su pasión su oficio. Esta artista les da una segunda vida a los CDs que ya no se escuchan y con ellos crea bisutería.
Muy cerca se encontraba Jesús Orta, un artesano de la madera de olivo. Lleva 51 años en el oficio y, como aseguraba él, «se dice pronto». Jesús fabrica a mano utensilios para la cocina, aunque reconoce que hoy en día se ayuda «un poco de las máquinas». Por último, pule con cera natural de abeja sus productos y ya se encuentran listos para su venta.
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